Mientras los profesores de educación media superior dedican más de 70 por ciento del tiempo de clases a la enseñanza, los alumnos apenas están involucrados en esas actividades la mitad de ese tiempo, señala un estudio coordinado por Ana Razo Pérez, investigadora del Programa Interdisciplinario sobre Política y Prácticas Educativas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

El documento, centrado en el uso del tiempo en el salón de clases en el nivel medio superior, señala evidencias claras de ausencia de prácticas innovadoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el cual se desarrolla de manera tradicional. Esto provoca que en más de 40 por ciento de las veces los alumnos están involucrados en actividades distintas a las que el docente lleva a cabo en el aula.

Los profesores en educación media superior, agrega la investigación, hacen precisamente lo que el sistema educativo les pide: impartir clases; sin embargo, concluye, esto no es suficiente para motivar en los estudiantes un interés por aprender.

También aporta evidencias claras de que el tiempo de clase y el logro de los alumnos no muestran una relación lineal, pues su efecto estará en función de las interacciones y de la calidad de experiencias que se desarrollan durante esos lapsos entre educador y educandos. Es decir, la cantidad de horas no define la calidad ni cantidad de aprendizaje.

Lo que necesitamos saber es qué tipo de interacciones se llevan a cabo durante ese periodo y la calidad de éstas, de forma que podamos conocer con mayor claridad la eficacia de la comunicación y los entornos para propiciar oportunidades de aprender, señala el estudio, aplicado en 110 escuelas de educación media superior en 13 entidades federativas, lo que significa una muestra de uno por ciento de los planteles.

En la investigación se identificó que las actividades observadas con mayor frecuencia en los docentes fueron la exposición en clase y la supervisión de trabajos, ejercicios, exámenes y tareas, cada una con más de 20 por ciento de tiempo dedicado en el aula; mientras, la menos utilizada es la lectura en voz alta, con 3 por ciento.

Cuatro actividades relacionadas con la administración de clase suman alrededor de 26 por ciento del tiempo escolar y sólo uno por ciento fue para actividades disciplinarias.

Entre las actividades de los alumnos en el salón de clase, la supervisión de trabajos, ejercicios, exámenes y tareas tienen 19 por ciento, seguida por la atención a la exposición del docente, que incluye preguntas, respuestas y debate.

Sin embargo, las actividades observadas con mayor frecuencia entre los estudiantes no corresponde a las de enseñanza o académicas.