El uso indebido y excesivo de antibióticos tanto para consumo humano como para la producción de alimentos, principalmente de origen animal, se convirtió en un problema de salud pública global, reconocieron especialistas y autoridades del ramo.

Se estima que de no controlar la resistencia antimicrobiana (RAM), más de 10 millones de personas podrían fallecer por esta causa en 2050; de ellos, 700 mil decesos ocurrirían en América Latina y el Caribe. El impacto económico que puede generar la resistencia a los antibióticos –cuando bacterias y microbios se vuelven resistentes a los medicamentos– puede ser catastrófico, alertaron.

En el marco de la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de Antibióticos, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, reconoció que México carece de un sistema integrado de vigilancia. No tenemos un sistema nacional de vigilancia de la resistencia antimicrobiana de manera integrada que nos permita estimar de manera consistente y confiable la carga de la RAM en México. Lo que hay son diversas iniciativas en el campo de la Secretaría de Salud como en la academia. Destacó que mediante el Consejo de Salubridad General se buscará fortalecer el trabajo colegiado.

Subrayó que la salud animal es un ámbito fundamental, pues en este sector se aplica la mayoría de los antimicrobianos, principalmente en la producción de alimentos como inductores de crecimiento, entre otros. Se estima que 70 por ciento del volumen de inmunizantes se emplea en la industria alimenticia.

Reunidos en la sede de la Secretaría de Salud, José Ignacio Santos, secretario del Consejo de Salubridad General, también alertó sobre el incremento en la prescripción de antibióticos en consultorios vinculados a farmacias, donde, en la principal cadena, se atienden en promedio 350 mil personas, y se estima que a 30 por ciento se le recetan antibióticos. Agregó que hay que reconocer que existen y mejorar su sistema de prescripción mediante la certificación de sus médicos generales.

Al respecto, López-Gatell explicó que el aumento de la prescripción de antibióticos no sólo es una práctica en consultorios privados, sino también en las instituciones de salud públicas debido a que prevalece una pobre reglamentación, a lo que se suma el impacto de la compra pública de medicamentos, porque se receta lo que hay.

Celia Alpuche, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, destacó la importancia de que la población acuda a vacunar a sus hijos en tiempo y forma, así como a la población vulnerable, lo que reduce el riesgo no sólo de desarrollar una infección, sino de transmitirla. Agregó que en 90 por ciento de los casos de gripe y diarrea, la ingesta de antibióticos es innecesaria.