A las organizaciones que mantienen el bloqueo a la Cámara de Diputados no se les entregarán recursos, afirmó Mario Delgado, coordinador de Morena, y anunció la desaparición de los fideicomisos agrícolas, así como de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), para que se constituya una financiera nacional agropecuaria, donde productores y comercializadores contraten sus coberturas sin intermediarios, para acabar con la mafia de las aseguradoras y el monopolio del mercado de alimentos.

Al anunciar la decisión, que se comunicará hoy a las organizaciones, el coordinador de Morena, Mario Delgado, y el presidente de la Comisión de Presupuesto, Alfonso Ramírez Cuéllar, explicaron que en el presupuesto 2020 se mantendrá el programa de precios de garantía para productores de hasta 20 hectáreas de temporal.

Estos subsidios, por más de 10 mil millones de pesos, garantizan el ingreso de los campesinos más pobres que producen maíz, frijol, trigo panificable, leche, café y caña de azúcar, informó Ramírez Cuéllar.

Delgado agregó que el esquema de subsidios a la antigüita desapareció, y confió en que en el diálogo entre hoy y mañana miércoles las organizaciones lo acepten. A ver si entienden. De la Cámara no van a obtener los recursos que reclaman, dijo.

Incluso, sostuvo que PAN y PRI “están ardidos porque les quitamos sus moches. En el PAN están las viudas de los moches. Los lloran, los extrañan”.

A su vez, Ramírez Cuéllar resaltó que la idea de fusionar los fideicomisos en una financiera agropecuaria y desaparecer Aserca, que era un nido de ratas y pasa a la historia, es para romper el eslabón de la corrupción en los programas dirigidos al campo, donde los principales beneficiarios son los intermediarios y empresas que controlan el mercado de acopio y de comercialización.

El nuevo esquema atenderá al resto de los agricultores, a partir de una mezcla de subsidios para un nuevo sistema de coberturas, seguros, fondos de garantía y capital de riesgo y capital semilla. Con esto se atenderá 80 por ciento de la producción de todos los productos mexicanos que se cotizan en mercados internacionales, indicó.

Aseguró que Aserca se llevaba miles de millones. ¿Y quién controlaba estos recursos? El acopiador, que juntaba 10, 15 o 100 campesinos, se encargaba de la contratación de las coberturas, de la administración de agricultura por contrato y les pagaba cuando quería.

Ahora, añadió, el objetivo central del financiamiento será el productor, que podrá contratar sus coberturas y cuidar su precio.

Ramírez Cuéllar refirió que dos compañías, Almer y Alsur, manejan el mercado de acopio y comercialización y contratan los seguros. Las grandes empresas controlan el mercado agroalimentario, sacrifican el precio al productor y aumentan hasta 30 por ciento el costo los consumidores, afirmó.

Para los más pobres son en su totalidad los subsidios por 10 mil millones de pesos, para precios justos a las cosechas. Para los pequeños y medianos que tienen actividad comercial, se incluirá una combinación de recursos a través de un nuevo esquema financiero; se acaba el acopiador de subsidios para la contratación adecuada de coberturas, seguros, capital de riesgo y fondos de garantía.

Además, al desaparecer Aserca, el nuevo esquema permitirá definir como política pública el ingreso objetivo, es decir, garantizar un monto por tonelada, regulado directamente entre el productor y la nueva financiera.