Cobertura global de Internet
no de los grandes compromisos de la presente administración es la cobertura universal en materia de telecomunicaciones. No es un reto fácil de cumplir, porque todavía hay 14 millones de mexicanos en 10 mil comunidades que no cuentan con servicios públicos básicos, como agua, drenaje o electricidad, y mucho menos Internet.
Además, en comunidades que ya cuentan con servicios de telecomunicaciones, hay 26 millones de personas en situación de pobreza que no tienen recursos para comprar teléfonos o computadoras y pagar mensualmente una cantidad para conectarse a Internet. Es decir, el problema abarca a 40 millones que son muy pobres y muchos de ellos ni siquiera cuentan con recursos mínimos para pagar otros bienes y servicios que son más importantes.
En estas condiciones, torres, cables y redes disponibles en zonas urbanas no se pueden ofrecer a los pueblos más alejados y la empresa pública recién creada, CFE Telecomunicaciones e Internet, no resolverá esas carencias.
El gran problema (además de la marginación) es invertir en la última milla
, es decir, la conexión de la red a la escuela, la iglesia o la casa que se encuentran en un pueblo perdido en la montaña. Otro asunto es el cuidado ambiental y no conviene afectar bosques, selvas, montañas o cualquier ecosistema protegido para instalar una red física de cables y torres. Cuando llega el supuesto desarrollo a esos lugares se daña a la naturaleza de manera irreversible.
Sin embargo, lo anterior no significa que las poblaciones más pobres no deban contar con Internet. La solución es la cobertura satelital con que se puede cubrir casi la totalidad del planeta. Esta tecnología existe. Aunque cara, se comercializa por todo el mundo.
Hay que considerar que los habitantes de muchas zonas marginadas se encuentran aislados y generan bienes para su autosuficiencia, por lo que también hay que pensar en el uso que muchas comunidades le pueden dar a las tecnologías más avanzadas si ni siquiera tienen recursos para satisfacer sus necesidades básicas.
Por lo pronto, el uso de la red satelital es más barata y limpia para atender a comunidades alejadas que el despliegue de una red física. De esta manera, la Cuarta Transformación podrá ofrecer cobertura universal en todo México.
