A contracorriente del desprestigio social y académico de los maestros rurales, el documental El sembrador, de la cineasta Melisa Elizondo, revela que las escuelas multigrado pueden ser espacios creativos, de libertad y construcción pedagógica para sus alumnos, porque hay un compromiso real con la formación de seres humanos desde una visión mucho más integral.

Egresada del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, señala que luego de conocer la labor del maestro Bartolomé Vázquez en la comunidad deMonte de los Olivos, en los Altos de Chiapas, donde atiende a 50 niños tzeltales en una escuela primaria unidocente, supe que eso era lo que quería contar.

La tarea del magisterio, afirma en entrevista con La Jornada, en particular de quienes atienden a las poblaciones campesinas e indígenas “me parece admirable. Poco después de la aprobación de la reforma educativa, promovida por el ex presidente Enrique Peña Nieto, se generó todo un proceso de desprestigio, en particular de la imagen del maestro rural, y consideré importante quitar esta idea errónea que se estaba promoviendo.

La intención no fue hacer un documental informativo, sino más íntimo y profundo de la labor docente, de sus retos, pero también de su función en la comunidad.

El documental –cuyo estreno comercial se prevé para enero de 2020– El sembrador retrata el día a día del maestro Bartolomé, hablante tzotzil, que aprendió tzeltal para comunicarse con sus alumnos, y quien considera que es muy importante partir de la libertad y de la felicidad para adquirir nuevos conocimientos, pero también que éstos deben dirigirse a la sociedad a través de personas que tengan una formación más humana, porque la escuela es la punta de lanza para cambiar el desarrollo de un pueblo.

Desde hace un año, destaca Elizondo, El Sembrador se ha exhibido en diversos festivales y muestras donde ha tenido una buena aceptación. Constatamos que después de ver el documental, en su gran mayoría los asistentes reconocen la importante labor que realizan los maestros rurales, quienes trabajan en condiciones muy difíciles y con escasos apoyos, pero aun así dan su mejor esfuerzo. Notan que hay un enorme desprestigio de la educación rural, pero que sus resultados son muy distintos.

En el filme, destaca, se presenta la voz de los niños como actores centrales. Al final son ellos los que expresan sus razones de por qué valoran y quieren a su profesor, y lo importante que es ser feliz y libre en tu escuela, lo que es posible cuando respetas su identidad, su lengua y su creatividad. El documental seguirá presentándose en diversos festivales durante los próximos meses. Para conocer su programación se puede consultar la página www.elsembradordocumental.com o buscar su liga en Facebook.