Sin fecha de caducidad del plan impuesto en enero pasado, Estados Unidos sigue enviando a migrantes a México para que esperen aquí respuesta a sus solicitudes de asilo.

La cifra más reciente muestra que ya son más de 51 mil los extranjeros en esa situación (del 29 de enero al 31 de octubre).

En la primera etapa, a junio pasado, prácticamente sólo había centroamericanos, enviados para que aguardaran aquí cita en la corte de asuntos migratorios.

Sin embargo, ahora hay ciudadanos de 39 nacionalidades. Si bien los procedentes de Centroamérica (Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua) constituyen 81 por ciento, se extiende a personas de América del Sur, Europa, Asia y África.

Estudios del tema, coordinados y editados por la Secretaría de Gobernación (SG) alertan sobre la necesidad de tener recursos para atender ea sta población bajo la previsión de un creciente envío desde el vecino del norte.

En 2018, Estados Unidos otorgó 35 mil 119 reconocimientos de asilo, la cifra más alta en dos décadas, sin embargo, son miles los rechazados que pudieran ya estar en México.

Los retos para México no residen tanto en el número de reconocimientos de asilo otorgados en Estados Unidos, sino en la cantidad de solicitudes, las cuales son mucho mayores a los reconocimientos de refugio y que, en el marco de los acontecimientos, estarían ingresando por nuestra frontera norte, se indica en el estudio Nueva Política de Asilo en Estados Unidos, difundido por la Unidad de Política Migratoria de la SG, dentro del compendio analítico Movilidades.

En estos análisis, presentados por el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la SG, Alejandro Encinas, se indica que 60 por ciento de las peticiones de protección al vecino país son a la llegada del extranjero, pero el resto son solicitudes de asilo a la defensiva, es decir, en respuesta a un amago de deportación.

México, se explica, ha decidido permitir el ingreso regular a nuestro país bajo la figura de visitantes por razones humanitarias, con una estancia máxima de seis meses.

Los datos obtenidos en fuentes oficiales indican que la mayoría de los 51 mil 504 solicitantes de asilo enviados por Washington son adultos en plena edad laboral: 62 por ciento tienen entre 18 y 50 años de edad.

Sin embargo, también hay niños: 25 por ciento (poco más de 13 mil) tiene menos de 11 años. 10 por ciento entre 12 y 17 años y 3 por ciento más de 50 años.

Por nacionalidades, la lista la encabeza Honduras, con 37 por ciento de solicitantes de asilo enviados a México; le sigue, Guatemala, con casi 30 por ciento.

Ya con cantidades menores aparecen los ciudadanos de El Salvador, Cuba, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Colombia y Perú. Enseguida, la lista se extiende a 33 nacionalidades más.

Es por ello que especialistas que difunden su trabajo en la Secretaría de Gobernación advierten que esta población no puede subsistir sólo de la beneficiencia y requiere de apoyos tangibles para acceder a una fuente de empleo, atención en salud, vivienda y, en algunos casos, ingreso al sistema educativo.