Los ataques del jueves en Ciudad Universitaria fueron perpetrados por grupos de provocadores con evidente preparación profesional, de acuerdo con el secretario general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí Vanegas.

En una conferencia de prensa en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, el funcionario dijo ayer que la operación en la que una treintena de personas con los rostros cubiertos prendió fuego a las puertas de rectoría y destruyó parte del mobiliario, además de que rompió las ventanas de una librería universitaria y la saqueó, se trató de una burda e irracional agresión en la que todo apunta a que estuvieron involucradas personas ajenas a la institución que tienen entrenamiento, herramientas, líderes y coordinación y orden para actuar.

Si bien las autoridades no descartan que hayan participado alumnos, deslindaron de toda responsabilidad a los estudiantes que han hecho manifestaciones pacíficas por demandas legítimas como la erradicación de la violencia machista y la solución de denuncias de acoso y agresiones sexuales por parte de profesores, alumnos y trabajadores universitarios.

Acompañado por la abogada general de la UNAM, Mónica González Contró, el coordinador de Difusión Cultural, Jorge Volpi, el coordinador de la Investigación Científica, William Lee, la directora de Libros UNAM, Socorro Venegas, y el director general de Comunicación Social, Néstor Martínez, Lomelí planteó que la universidad es una institución educativa abierta a todas las formas de expresión legítimas que su comunidad ejerza para hacer valer sus derechos y encauzar peticiones, que deberán ser resueltas por las autoridades universitarias.

Explicó que luego del ataque, la finalidad de la universidad es proceder en contra de los agresores, y que el primer punto en este camino es identificarlos.

Para ello, la UNAM ha presentado denuncias y aportará todas las pruebas y testimonios a su alcance con el propósito de que no quede impune esta agresión contra la institución y el patrimonio nacional, aseguró.

La abogada González Contró dijo que la universidad interpuso dos denuncias ante la Fiscalía General de la República y ante la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México por robo y daños en propiedad.

A pregunta expresa, las autoridades universitarias indicaron que si bien estos grupos profesionales ya han actuado antes en la UNAM, las denuncias hechas hasta ahora no han permitido identificar o sancionar a ninguno de sus integrantes.

William Lee dijo que debe diferenciarse entre las demandas legítimas que se presentan de manera enérgica y razonada y las agresiones injustificadas.

Jorge Volpi aseguró que ningún libro valdrá nunca lo que los cuerpos violentados, acosados y asesinados de cualquier mujer, pero la destrucción de una librería y libros es también inadmisible.

Una librería, siguió, es el símbolo de la voluntad crítica, la libertad de expresión, la defensa de la diversidad. Cuando hemos visto a lo largo de la historia la destrucción de libros y bibliotecas o librerías, normalmente representa una inmersión en la barbarie. Así, este grupo de delincuentes no es en ninguna medida aliado de las justas causas feministas, sino enemigos de ellas y de la universidad.

Las autoridades universitarias sostuvieron que la UNAM es segura para que los alumnos acudan a estudiar. Esta agresión fue claramente contra el edificio de la Rectoría y se ha hecho todo lo que está al alcance para garantizar la seguridad dentro del campus, y se ha acompañado a la comunidad cuando sufre algún tipo de problema fuera de estas instalaciones.