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Cien años de la Filarmónica de Los Ángeles
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▲ Gustavo Dudamel y su esposa, María Valverde, la madrugada del viernes en el Salón Los Ángeles.Foto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Sábado 16 de noviembre de 2019, p. a16

Las celebraciones por el centenario de la Filarmónica de Los Ángeles, catalogada entre las mejores diez en el planeta, incluye la publicación de una fabulosa caja de 35 discos, tres de ellos devedés, con la curaduría de Gustavo Dudamel.

Pero no nos preocupemos, no tenemos que comprar una caja de 35 discos. Cuesta una lana. Una selección de lo mejor de esa caja la podemos disfrutar en Spotify y en Apple Music.

Se trata del recorrido más completo de la historia de esa orquesta. Sus momentos culminantes: la era Otto Klemperer (quien la dirigió entre 1933 y 1939), la era Carlo Maria Giulini (1978-1984), el periodo a cargo de Esa-Pekka Salonen (1992-2009, antecesor de Dudamel, actual director) y tesoros inéditos, como un disco con obras dirigidas por Leonard Bernstein, otro por Igor Stravinsky con sus propias partituras, entre otras sorpresas.

Hay gemas varias: André Previn (titular entre 1985 y 1989), una Cuarta de Shostakovich con Esa-Pekka Salonen alucinógena y un Homenaje a Carlo Maria Giulini, uno de los compositores, con John Barbirolli, más exquisitos en cuanto estilo, gusto, elegancia y hondura. La Novena de Mahler con Giulini, por ejemplo, hace brotar lágrimas de tan hermosa.

La idea de la curaduría: ‘‘a tradition of the new”, acuñada por Dudamel.

La discografía de la Filarmónica de Los Ángeles era de por sí apabullante. Con la edición de esta caja de 35 volúmenes, el acercamiento con el público es aún más notorio. Esta orquesta siempre ha tomado en cuenta a las personas, como resultó evidente esta semana, con los tres conciertos que ofreció bajo la batuta de Dudamel, dos en Bellas Artes y el tercero en el Auditorio Nacional, donde participaron niños de barrios de Los Ángeles, en las primeras filas de violines.

Es tan buena la página de Los Angeles Philharmonic en Spotify, que pudimos llegar a Bellas Artes con las obras que se iban a interpretar ya estudiadas, por ejemplo Sustain, partitura de Andrew Norman que abrió las actividades mexicanas de la orquesta.

Además de Sustain, que aparece como Último Lanzamiento, en Spotify aparece como Selección del Artista una playlist titulada LA Phil Green Umbrella: 22 tracks con obras de autores contemporáneos, una de las características esenciales de esa orquesta, comprometida con su tiempo. Encarga obras a compositores y las difunde con amplitud, como fue el caso de la ya mencionada y de Téenek-Invenciones de territorio, de la compositora mexicana Gabriela Ortiz, que abrió el segundo concierto en Bellas Artes.

En esa misma página de Spotify figura un apartado que es bocado de cardenales: Works and Arrangements by Stra-vinsky, donde podemos escuchar tres piezas, dos de ellas que alcanzan lo sublime: Le baiser de la fée (El beso del hada) y el Tableau IV de Petrouchka.

Otro capítulo fundamental: Celebrating John Williams, con el concierto en vivo que se realizó en la sede de la Filarmónica de Los Ángeles y que la noche del jueves se repitió en el Auditorio Nacional.

John Williams es uno de esos casos donde un genio de la música pasa desapercibido porque escribe para cine. En su dimensión, Nino Rota y Ennio Morricone son casos semejantes.

Por su naturaleza, esta música está destinada al margen. De hecho cuando existía el cine en celuloide (y su respectivo cácaro) se llamaba ‘‘banda sonora”. El reflector, la marquesina, es para los actores, el director, no para el compositor. Es por eso que John Williams es otro de esos músicos geniales poco conocidos, relativamente, porque el éxito de Star Wars es tal que su nombre es mencionado cada día más por públicos nuevos.

Entre sus virtudes, la Filarmónica de Los Ángeles rescató la música de cine. Grabó la ‘‘banda sonora” de la primera parte de Star Wars en disco y se vendió por millones y la gente comenzó a pensar de nuevo en la música de cine.

De película.

Además de Spotify, en Apple Music tenemos también al alcance muchas maravillas, además de acceso gratuito al archivo de la Filarmónica de Los Ángeles.

La música de John Williams sonó en todo su portento la noche del jueves en el Auditorio Nacional.

De ahí, Gustavo Dudamel y su esposa, María Valverde, se fueron al Salón Los Ángeles a aprender a bailar danzón con maestros excepcionales: Arturo Márquez, autor del Danzón Número 2 y otros once, y su esposa, Laura Calderón.

Bailaron hasta casi el amanecer.

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