El Gobierno de la Ciudad de México aceptará la recomendación que emitió la Comisión Nacional de los Derechos Humamos sobre el análisis que realizó del derrumbe del colegio Rébsamen durante el sismo de septiembre de 2017, en el que consideró hubo omisiones, falta de supervisión y neglicencia en la supervisión de la seguridad estructural del plantel.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, explicó que se trata de una recomendación institucional que no está dirigida a los funcionarios, sino a las acciones de la administración del gobierno capitalino anterior, la Secretaría de Educación Pública y la alcaldía de Tlalpan antes de ocupara el cargo de jefa delegacional.

Dijo que muchas de las acciones que se plantean ya se realizan, prácticamente desde que ocurrió el sismo, junto con los padres y las madres de familia de las víctimas, con quienes se ha reunido en varias ocasiones y se ha avanzado en varios temas que demandan.

Ellos están divididos en varios grupos que decidieron presentar acciones administrativas o penales. Hay un tema fundamental que es que todo lo que tenía la escuela formalmente estaba en regla y sin embargo hubo este desplome durante el sismo.

Comentó que los lineamientos y la revisión para la seguridad estructural en las escuelas públicas y privadas en la Ciudad de México es parte de las recomendaciones que han realizado los familiares de las víctimas y que se han puesto en marcha.

Para nosotros no es una novedad, sino que desde antes lo hicimos en la alcaldía y desde que llegamos al gobierno estamos en contacto con ellos, y ustedes incluso pueden comentárselo. Hemos hasta salido a ofrecer conferencia de prensa juntos, apuntó.

No obstante, indicó que aún hay varios temas pendientes en el caso del colegio Rébsamen que tienen que ver con una acción pública que presentaron algunos padres de familia, en los que se trabaja para ver si se puede establecer un convenio que los deje satisfechos.

Respecto del tema penal, señaló que aún falta una persona en ser detenida.

De acuerdo con el análisis de la CNDH, se encontró que hubo diversas irregularidades tanto en la autorización del funcionamiento del colegio Rébsamen como en su construcción, lo que contribuyó a que el plantel estuviera vulnerable y colapsara durante el sismo.

Entre ellas, resaltó la edificación de un cuarto nivel en el inmueble, aun cuando en la zona sólo se permiten tres pisos, por lo que debió ser clausurado y demolido.