Martes 5 de noviembre de 2019, p. 6
El narrador y crítico José de la Colina falleció el mediodía de ayer, a los 85 años, en su domicilio de la colonia Florida, Ciudad de México.
Apenas hace una semana fue sometido a una delicada intervención quirúrgica. Fue velado por la noche en la agencia Gayosso de Félix Cuevas.
El escritor desarrolló su pasión literaria con el barrio, la radio, el cine y el periodismo como puntos nodales. Fue asociado, debido a su edad, a la generación del Medio Siglo, junto a Juan García Ponce, Juan Vicente Melo e Inés Arredondo.
Obsesión por el lenguaje
José de la Colina nació en Santander, España, el 29 de marzo de 1934. Hijo de un impresor, militante anarcosindicalista y capitán de la infantería republicana, se exilió junto con sus hermanos y su madre. Tras un periplo por Francia, Bélgica, República Dominicana y Cuba llegaron a México.
Integrante del exilio, incorporó en su personalidad a México y España. ‘‘Esta ambigüedad de mi situación, fuente de una irreductible inquietud, que no lamento porque creo que a final de cuentas me ha enriquecido, hace de mi visión del mundo, y por tanto de mi literatura, algo un poco aparte, que se resiente del sentimiento de la inseguridad, la fragilidad, la fugacidad de todo”, describió.
En 1955 apareció el primer libro de José de la Colina: Cuentos para vencer a la muerte, que incluía textos publicados en diarios y revistas. De la Colina describía ese material como un ‘‘libro cero”, reflejo de una ‘‘visión adolescente del mundo que me duró demasiado”.
La Universidad Veracruzana publicó en 1959 Ven, caballo gris. Tres años después, apareció La lucha con la pantera, con el mismo sello.
Respecto de ese libro, De la Colina destacaba su ‘‘obsesión de aprehender los poderes de la palabra, de manejar el lenguaje, su sonoridad, su arquitectura, su ritmo, de modo de hacer del cuento una forma unitaria, erigida siempre sobre una vivencia en la que podían estar implícitos pasado, presente y futuro, creando su propia estructura y su propia forma por la fuerza misma de su ritmo narrativo”.
También fue autor de los libros de cuentos Tren de historias, Yo también soy Sherezade, Libertades imaginarias (Premio Mazatlán de Literatura 2002) y Personerío, así como la antología Traer a cuento (1959-2003). Es autor de los ensayos El cine italiano, Miradas al cine y El cine del Indio Fernández.
José de la Colina obtuvo los premios Nacional de Periodismo Cultural en 1985 y Xavier Villaurrutia 2013, entre otros reconocimientos.
José Alfonso Suárez del Real, titular de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, difundió ensu cuenta de Twitter: ‘‘Lamento muy profundamente la partida del gran Maestro José de la Colina, republicano español afincado en nuestro país al cual legó sus múltiples facetas humanistas e intelectuales. Mis condolencias a familiares y amigos”.
El cineasta Felipe Cazals, también en Twitter, escribió: ‘‘Hoy, perdimos para siempre a la pluma más certera de la crítica de cine. Sin José de la Colina ya no habrá pasiones borrascosas. Lo lamento”.