Parecía que no ocurriría, pero de manera sorpresiva Saúl Canelo Álvarez noqueó en el episodio 11 al monarca ruso Sergey Kovalev y convertirse en el nuevo campeón del mundo en peso semicompleto de la OMB. El pelirrojo subió casi ocho kilos para sumar su cuarto cinturón en divisiones distintas en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.

Los organizadores apostaron por no competir en la fragmentación de las audiencias de la UFC y Canelo, por lo que los boxeadores tuvieron que esperar en sus camerinos calentando, mientras en la arena MGM de Las Vegas transmitían la pelea de artes marciales Jorge Masvidal contra Nate Díaz en Nueva York ante la mirada atónita de los aficionados.

Un hombre más grande, 10 centímetros de diferencia, al centro del cuadrilátero, que trató de imponer la distancia con un jab que impedía al Canelo acercarse. El mexicano trataba de acortar la desventaja y atento a no ser alcanzado por un oponente con la pegada más fuerte del semipesado natural y con varios kilos más tras el pesaje.

Canelo salió con un boxeo estratégico ante un ruso más lento. En el segundo episodio, el pelirrojo atizó en un par de ocasiones al estómago del ruso, para minarlo, para restarle aire a un peleador que en cualquier momento podía meter un golpe demoledor. La intención era cansar a Kovalev.

Atreverse tuvo sus riesgo, Canelo saboreó el impacto del ruso en dos ocasiones en el tercer asalto, pero siempre alerta. Pese a la diferencia de estatura, el mexicano siempre fue hacia adelante y el ruso caminaba sin mucha gracia hacia atrás, atento a que el pelirrojo no lo sorprendiera. Como si la diferencia de tamaños fuera inversa.

Casi ocho kilos subió el Canelo para este reto y parecía que no es sencillo ponerlos en movimiento. Como sea, el pelirrojo hizo gala del movimiento de cintura para sacarse los golpes del ruso, pero cuando contraatacaba no lograba infligir daño.

Canelo no podía imponer la velocidad, pocos golpes certeros ante el juego de estrategias y la distancia que guardaba Kovalev. Hasta que el ruso hizo perder la paciencia al mexicano, algunos golpes al rostro y el pelirrojo se veía enfadado y sin el control que suele tener en sus combates. Parecía que Canelo no podía en la división semipesada. Antes de salir al round 11, el entrenador Chepo Reynoso le susurró algo al oído al Canelo. El pelirrojo salió enfurecido a buscar la cabeza del ruso. De pronto contra las cuerdas, una zurda desmadejó a Kovalev y una derecha que noquearon al semicompleto. Canelo pidió silencio ante el contrincante derribado. Sólo hasta que lo vio recuperado levantó el puño como el nuevo campeón.