Ante la inseguridad que prevalece, vecinos de la colonia Hipódromo elaboran un estudio sobre los riesgos en la zona y dentro de sus inmuebles, conectan alarmas vecinales, toman cursos de defensa personal y algunos hasta han adquirido armas de fuego.

Tras acusar que a cuatro meses del asesinato de la activista Cristina Vázquez no existen avances en la investigación y se han perpetrado dos más, reconocieron que hay vecinos que están dispuestos a que si encuentran a alguien dentro de su casa, le van a disparar.

El miedo y la impotencia, aunados a la omisión de las autoridades para actuar ante la incidencia delictiva nos ha llevado a protegernos, lo cual no significa que vamos a crear autodefensas, como en Michoacán, eso no está en nuestra mente, aseguraron.

Rafael Guarneros, coordinador del comité fundacional de la Asociación de Residentes Colonia Hipódromo, señaló que varios vecinos tienen armas para protegerse, incluso de caza, con la autorización correspondiente, y no dudarían en utilizarlas en caso de enfrentar un riesgo.

Otros tendrán la posibilidad en su casa de hacer uso de insecticida para defenderse de un maleante, que presentaría una hepatotoxicidad y problemas de hígado a la larga, pero si ellos no se tientan el corazón para robar, golpear o matar, tampoco podemos hacerlo nosotros.

La población tiene muchas formas de defenderse con artículos domésticos, aunque para combatir el robo a casa habitación y de autopartes se plantea instalar un circuito de cámaras propias que detecten movimientos y de identificación facial.

Dicho material grabado se presentará a la policía para que actúe y empezar a disuadir a los rateros, diciéndoles que quienes pasen por estas calles van a ser grabados, tenemos la evidencia y vamos a interponer la denuncia de que estaba robando, alertó.

Hoy, consideró, nos enfrentamos con un asesino serial que cobró la vida de Cristy, de Aliana, empresaria de la colonia Condesa, y Shaunna, en la Roma. También nos enfrentamos al incremento de robo a negocios, a viviendas, de autopartes y a transeúntes, sin que la autoridad actúe.

Una evaluación del World Justice Project sobre el estado de derecho posicionó a la Ciudad de México como una de las peores entidades del país, lo cual coincide con la percepción ciudadana, que ha sido orillada a armarse con cursos, alarmas y hasta pistolas para protegerse de la delincuencia, afirmó.