El volumen de las remesas que envían los connacionales residentes en Estados Unidos no ha tenido un impacto negativo debido al clima antimigrante actual, pues están más ligadas a la economía del país vecino que a los discursos, indicó Juan Pablo Graf, titular de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda.

Durante el acto de bienvenida al Foro binacional de remesas e inclusión financiera para migrantes 2019, precisó que aún se registra un crecimiento sostenido de las remesas y enfatizó que éstas se comportan más con la parte cíclica de la economía estadunidense y se percibió una reducción significativa durante la crisis global. El funcionario explicó que se mantendrá la tendencia de tasa de 8 por ciento anual de crecimiento de los envíos, como ha sucedido en los últimos cinco años, y recordó que el año pasado el monto de estos recursos fue cercano a los 33 mil millones de dólares.

Por su parte, el director general del Banco del Bienestar, Rabindranath Salazar, expuso que en 10 años, el costo del envío de las remesas ha disminuido muy poco, pues de 10 dólares que se cobraban, ahora se cobran 8 dólares por el servicio.

Agregó que 94.2 por ciento de estas transacciones se maneja en efectivo y apenas 5.8 por ciento está bancarizado, ello muy similar a lo mejor que sucede en la dispersión de los programas sociales.

Salazar adelantó que se está trabajando en una herramienta tecnológica que se llamará Cuenta bienestar migrante para que los paisanos puedan enviar sus remesas, ahorrar, pagar servicios, o incluso pagar el Seguro Social o al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit)

Por su parte, Bob Annibale, director global de City Community Development, expresó que 14 por ciento de los migrantes en Estados Unidos no tienen una forma de bancarización. Asimismo, puntualizó que mientras 46 por ciento de los hispanos en el país vecino posee una casa, 68 por ciento de los caucásicos posee una propiedad de este tipo.

En este contexto, para tomar buenas decisiones para su futuro, ya sea en Estados Unidos o en México, es necesario el apoyo de otras dependencias como Hacienda y la Secretaría de Relaciones Exteriores para expandir este tipo de trabajo de asistencia financiera.