i René Descartes dejó para la posteridad su ‘‘Pienso, luego existo’’, ahora el Museo del Hombre de París plantea ‘‘Como, luego soy’’, mediante una exposición en la que demuestra que cada cultura alimentaria está hecha de una larga historia de intercambios y mestizajes, de rechazos y adopciones.

Después de la invención de la agricultura hace 10 mil años, el ser humano transformó las especies animales y vegetales para alimentarse. Desde entonces éstas registran un cambio radical: de ser sostén de comunidades pequeñas pasaron en unos cuantos siglos a producirse en gran escala, lo que causa un efecto no siempre favorable a nuestra salud y los ecosistemas.

Como resultado, hoy vivimos una etapa de ‘‘artificialización’’ de la naturaleza que tiene ya un límite: la producción intensiva ocasiona la crianza de animales de consumo masivo, la extinción de especies marinas, el uso de organismos genéticamente modificados que exigen agroquímicos. Todo ello afecta al medio ambiente. El gran desafio ahora es preservar la cantidad, calidad y variedad de los componentes de la dieta alimenticia.

En la exposición se ilustra cómo la cocina es pilar de identidad y promoción nacional. Desde que en 2010 Francia y México abrieron exitosamente la posibilidad de que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconozca como patrimonio inmaterial de la humanidad la herencia culinaria, cada vez más países buscan lograr tal distinción.

Cabe destacar el homenaje que se rinde a nuestra cocina, fruto del mestizaje de la prehispánica y la española, que se concretó en paralelo a la construcción de la nación mexicana. Por largo tiempo olvidada, la herencia amerindia hoy se revaloriza a través de diversas expresiones culinarias. Al fin que cada cocina nacional es una construcción cultural.

En la exposición también se muestra cómo por medio del acto de cocinar se crea una estética visual de colores, texturas y formas que dan por fruto una expresión artística. Y que si la política divide a los hombres, la comida los une.