Decenas de miles de libaneses se concentraron ayer para protestar, por tercera jornada consecutiva, contra el aumento de impuestos y una clase política acusada de corrupta. El número de manifestantes fue en aumento tanto en Beirut como en Trípoli, y en ciudades como Tyr, Akkar y Baalbeck. Los inconformes bloquearon carreteras con barricadas y contenedores de basura incendiados, obligando el cierre de escuelas y comercios. Las protestas ganaron intensidad el jueves pasado, después del anuncio del gobierno sobre los planes para introducir un impuesto por el uso de WhatsApp. El ministro de Finanzas, Alí Hasán Jalil, afirmó que el nuevo proyecto de presupuestos generales del Estado de 2020 no incluirá ninguna nueva tasa, incluido el impuesto a la aplicación de mensajería, el cual desató protestas generalizadas en el país.