Decreta el presidente Sebastián Piñera estado de emergencia
Dos edificios en llamas y un supermercado saqueado en Santiago
Sábado 19 de octubre de 2019, p. 24
Santiago. El presidente Sebastián Piñera declaró anoche estado de emergencia
, en momentos en que las calles de Santiago eran escenario de violentas protestas, con el edificio de la compañía eléctrica Enel en llamas, barricadas incendiadas en las entradas de varios estaciones del tren subterráneo de Santiago, patrullas policiales dañadas y al menos un autobús quemado al culminar una jornada en la que cientos de miles de chilenos se vieron afectados en el regreso a sus hogares después que la empresa operadora del Metro suspendió el servicio debido a las evasiones masivas
en el pago de pasaje por estudiantes y otros usuarios que protestaban contra el alza de tarifa.
La torre de ENEL, de capital italiano, ubicada en el centro de la ciudad de Santiago, se incendió en medio de las violentas protestas contra el incremento de las tarifas del Metro. Todos los bomberos de la ciudad acudieron al lugar.
El fuego se inició en el sector de escaleras externas del edificio y después se propagó a las oficinas superiores, donde no alcanzaban las mangueras de los bomberos, reportó el diario La Nación en su página web.
No hubo lesionados. Y al cierre de esta edición no estaba claro si el siniestro fue provocado.
Además, fue posible ver en los noticiarios imágenes con amplios destrozos en el interior de varias estaciones del Metro, que incluían mobiliario, techos, puertas y vidrios, entre otras cosas.
Una sucursal del Banco de Chile también se reportó en llamas y la autoridadeas informaron del saqueo de un supermercado.
Reclutadas en las redes sociales, bajo la consigna #EvasionMasivaTodoElDia, miles de personas –en su mayoría estudiantes– se concertaron durante toda esta semana para derribar las rejas de entrada a las estaciones, destruir los torniquetes y sobrepasar los controles de acceso para protestar por el alza del pasaje (de 3.75 por ciento) en las horas pico.
Este viernes, las protestas –que no tienen un líder visible– lograron paralizar el total de las operaciones en las líneas 1 y 2, que cruzan el centro de Santiago, la línea 6 y decenas de estaciones de otros recorridos. El cierre obligó a los usuarios del Metro a subir a la superficie, colapsando el sistema de autobuses de la ciudad y teniendo que marchar por las calles rumbo a sus hogares sorteando los enfrentamientos entre policía y manifestantes.
En la estación La Moneda, al frente de la casa de gobierno, decenas de manifestantes arremetieron a primera hora de la tarde contra las instalaciones, y la policía repelió los ataques con chorros de agua y gas lacrimógeno.
Las protestas recrudecieron horas más tarde provocando incidentes mayores, con manifestantes lanzando palos y piedras a las fuerzas policiales que respondieron con varios carros de choque. Además, se cerró el perímetro de la casa de gobierno donde el presidente Sebastián Piñera encabezaba una reunión de emergencia.
El jueves las protestas dejaron 133 detenidos tras acciones simultáneas en al menos cinco de las 164 estaciones del ferrocarril metropolitano, con daños calculados por la empresa estatal en entre 400 y 500 millones de pesos, equivalentes a unos 634 mil dólares.
Los desórdenes y actos vandálicos se extendieron desde el centro de Santiago a comunas de la periferia, donde los manifestantes, ya no sólo estudiantes de secundaria, atacaron ingresos de estaciones, quemaron basura e iniciaron una ruidosa y prolongada protesta golpeando rejas y lanzando piedras. Luego de un par de horas la policía que los reprimía en algunas áreas se retiró.
El caos pareció extenderse por la ciudad.
La ministra de Transportes, Gloria Hutt, que más temprano descartó una rebaja en los pasajes, dijo que es posible que durante la próxima semana recuperemos el funcionamiento (del subterráneo), de forma gradual
.
Los ciudadanos estaban divididos entre los que apoyan las manifestaciones y los que se quejaron porque se les dificultó el regreso a casa tras salir de sus trabajos.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, anunció que el gobierno presentó una querella –basada en la Ley de Seguridad Interior del Estado– contra los responsables de causar daños a los bienes del tren subterráneo y de impedir su funcionamiento normal. La ley prevé condenas de entre tres a cinco años de cárcel a los infractores.
Chile carece de combustibles fósiles y debe importar todo el petróleo y gas natural que necesita para funcionar, lo que se traduce en pasajes del transporte público caros, elevados precios de gasolinas, diésel y energía eléctrica, entre otros.
Las revueltas de los estudiantes de secundaria empezaron masivamente el lunes con centenares de jóvenes que irrumpieron en diversas estaciones saltando o metiéndose por debajo de los validadores de pasajes, en lo que se conoce como evasión masiva
.
El jueves por la tarde muchos manifestantes incrementaron las acciones violentas, rompieron controladores de ingreso y vidrios, y el viernes lanzaron escombros a las líneas electrificadas e hirieron a un conductor al lanzar vidrios sobre el ventanal del vagón guía.
Eric Campos, dirigente sindical de los trabajadores del subterráneo, informó que al menos 16 funcionarios sufrieron lesiones de diversa magnitud.
Diariamente se realizan 3 millones de viajes en el Metro, informó la empresa. Centenares de miles de personas que lo utilizan para regresar a sus casas vieron muy difícil el retorno, y el refuerzo de 100 autobuses del transporte público fue insuficiente.
La policía incrementó su presencia en las estaciones, y en muchos casos reprimió con chorros de agua y gases lacrimógenos a los manifestantes, los cuales seguían protestando al anochecer y levantaron barricadas en las cercanías de algunas estaciones del centro de la ciudad.
La Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, una de las dos agrupaciones que aglutinan a los alumnos de ese nivel, exhortó a mantener las protestas.
El Metro sube el valor de los pasajes cuando se suman factores como el alza del dólar, del petróleo y el desgaste del material del subterráneo. El pasaje subió a comienzos de mes en casi 4 por ciento, aunque el costo para adultos mayores y escolares no fue incrementado.
Con una extensión de 140 kilómetros, el Metro de Santiago es el más extenso de Sudamérica. En América Latina, es solo superado por el de la Ciudad de México.
Desde que en 2006 sus operaciones se integraron con las de los autobuses públicos, el ferrocarril metropolitano se ha ido consolidando como el eje del transporte público de Santiago, una ciudad con altos niveles de contaminación y congestión.
De acuerdo con Louis De Grange, presidente del Metro, es el único sistema de transporte en América Latina que permite pagar un solo viaje usando combinadamente el autobús y el subterráneo.