La elección interna de Morena se mueve no sólo en una serie de denuncias por la suspensión de 30 asambleas distritales en la primera etapa de su proceso, sino también en un enmarañado legal sobre la elegibilidad de los aspirantes.

Mientras la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) del partido emitió un nuevo criterio de interpretación de los estatutos, en el que definió que quienes ya ocuparon cargos directivos o en el consejo sólo podrán relegirse en una ocasión, lo que afecta a varios de sus aspirantes, diputados federales exigieron a sus dirigentes que se les permita intervenir en las asambleas y que se publique un padrón transparente de militantes, con la finalidad de restituir credibilidad al morenismo a escala nacional.

El presidente de la CNHJ, Héctor Díaz-Polanco, aclaró que no hay ningún mecanismo en marcha para suspender la elección. Sin detallar la cifra, reconoció que hay varias quejas sobre el proceso interno ante esta instancia, pero sostuvo que son parte de la normalidad de una contienda.

El método para el relevo de la dirigencia establece como primer paso la realización de 300 asambleas, las cuales dieron inicio el pasado fin de semana, para definir a 3 mil asistentes al Congreso Nacional del 23 y 24 de noviembre, de entre los cuales se elegirá a 300 consejeros nacionales. Sólo ellos tendrán derecho a postularse por la presidencia del partido.

El fin de semana, Alejandro Rojas Díaz Durán, uno de los aspirantes, sostuvo que el criterio emitido por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y que fue ratificado ayer por la CNHJ, dejaría fuera de la contienda a la secretaria general en funciones de presidenta, Yeidckol Polevnsky, y a Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional. Al respecto, el lunes Polevnsky aclaró que sólo ha sido consejera en una ocasión, por lo que aún puede buscar la relección. En tanto que Luján no se ha pronunciado.

En medio del proceso, los diputados Sergio Gutiérrez Luna, María Huerta, Rubén Cayetano, Erasmo González, Pavel Jarero y Humberto Pérez exigieron a la dirigente actual, a Luján, Díaz-Polanco y a Pedro Miguel, integrante de la comisión que participa en la organización, realizar una reunión urgente de evaluación pormenorizada del fenómeno que se dio en estas primeras 122 asambleas, para valorar la realización de las que están pendientes.

Gutiérrez Luna pidió enfocarse en el tema de unidad, pero también que reconozcamos lo mal que estuvieron estas elecciones el sábado y el domingo. María Huerta repuso: “estas anomalías, al igual que los accidentes y las demás cosas que todos ustedes ya saben, nos llevan a decirles a todos ustedes que estamos considerando seriamente proponer… que no existen las condiciones para continuar con estas asambleas”.