Domingo 13 de octubre de 2019, p. 23
Representantes de los bienes comunales de la zona lacandona exigieron a las autoridades de los tres niveles de gobierno respetar los derechos humanos de los habitantes y a sus gobernantes legalmente elegidos en asamblea general de comuneros, como representación máxima de su núcleo agrario, así como el derecho a decidir dentro de su territorio y desarrollo.
Además, que haya armonía en la relación gobierno-comunidad y no suspender la mesa de atención a los bienes comunales que se instaló en la ciudad de Palenque, Chiapas, con el sector agrario.
En una carta que entregaron al presidente Andrés Manuel López Obrador, manifestaron su preocupación, entre otras cosas, para que intervenga en la reanudación de la delimitación de terrenos y saber cuántas les quedan de las 614 mil 321 hectáreas originales del decreto de 1971.
En la misiva de 18 cuartillas le explican que en la actualidad ha habido tres resoluciones: la que obtuvo la comunidad lacandona el 26 de noviembre de 1971; la del 23 de noviembre de 1982, con 558 mil 037 hectáreas, y la tercera del 9 de julio de 1988, donde el cuerpo agrario entregó sólo 501 mil 106 hectáreas a la comunidad lacandona.
En conferencia recordaron que la comunidad zona lacandona está formada por seis localidades: Nahá, Metzaboc, Lacanjá, Ojo de Agua Chankin, Palestina y Frontera Corozal, donde habitan mayas lacandones, tzeltales y choles.
Buscan conservar lo que queda de Montes Azules
Reiteraron que no existe ningún divisionismo dentro de los bienes comunales, pues están abocados en buscar de manera pacífica el paso de sus límites, a fin de conservar lo que les queda de la biosfera de Montes Azules.
También afirmaron que sus pueblos choles y tzeltales son respetuosos y nadie los invade; muestra de ello, dijeron, es que la representación del comisario y consejo de vigilancia de los bienes comunales son lacandones.
Las denuncias que están realizando los compañeros lacandones encabezados por Chankin Chambor Kim, abarcan otros municipios y otros grupos de choles y tzeltales que nada tienen que ver con la comunidad lacandona, señalaron.
Responsabilizan directamente a las organizaciones civiles Natura Mexicana y Ecosistemas Mexicanos de los conflictos que se susciten en la zona de las Cañadas, así como cualquier intento de agresión autoridades de los bienes comunales y colaboradores.