Doha. La estadunidense Dalilah Muhammad se convirtió en la gran protagonista de la octava jornada del Mundial de Atletismo al mejorar su propio récord mundial para dejarlo en 52.16 segundos en una final memorable en los 400 metros vallas ante su compatriota Sydney McLaughlin.

Era uno de los duelos más esperados de este Mundial y no defraudó, ya que McLaughlin presionó hasta el final y entró muy cerca (52.23) y dejaron en el tercer sitio a la jamaicana Rushel Clayton (53.74) para mejorar ambas su mejor crono personal. Muhammad consiguió superar su registro del mundo de 52.20 establecido en julio pasado en su tierra natal.

La velocista de 29 años logra así su primer título mundial después de dos platas (Moscú 2013 y Londres 2017) y une la corona en esta competición con la que consiguió en los Juegos Olímpicos en Río 2016.

Con este título Estados Unidos llega a nueve y se afianza en la primera posición por países, con igual cantidad de preseas de plata y tres de bronce, para un total de 21. La República Popular China marcha en el segundo escaño con tres supremacías mientras Kenya, Jamaica y el Reino Unido se ubican a continuación con dos y tres.

En la otra final estrella de la velada en el estadio Khalifa, el bahameño Steven Gardiner (43.48) se coronó en los 400 metros, donde la grandísima sorpresa la dio el colombiano Anthony José Zambrano (44.15), con una plata, la primera para su país en pista y acompañada de un nuevo récord sudamericano.

El acelerón final de Zambrano le permitió relegar al estadunidense Fred Kerley al bronce (44.17).

Por su parte, Cuba, la potencia histórica del atletismo latinoamericano, despertó por fin con el oro y la plata en lanzamiento de disco por conducto de Yaimé Pérez (69.17 metros) y Denia Caballero (68.44) superando a la gran favorita croata Sandra Perkovic (66.72), doble campeona olímpica y mundial.

Latinoamérica tiene este sábado nuevas oportunidades de metales, con el brasileño Darlan Romani en la final de lanzamiento de bala y, sobre todo, el duelo entre la venezolana Yulimar Rojas y la colombiana Caterine Ibargüen en el triple salto.

Qatar pudo por fin celebrar su primera medalla de oro en su mundial con el héroe local Mutaz Barshim en el salto de altura al revalidar el título con 2.37 metros y provocó la euforia en el estadio Khalifa, habitualmente silencioso desde el inicio de la competición.

Barshim, operado de los ligamentos cruzados de una rodilla en julio de 2018, superó a los rusos Mikhail Akimenko e Ilya Ivanyuk, que participaron bajo bandera neutral, ambos con 2.35.

En una final electrizante que se definió en photo finish, el campeón olímpico Conseslus Kipruto, de Kenia, conservó la corona en los 3 mil metros con obstáculos en 8.01.35, mejor marca del año, y por una centésima de segundo venció al etíope Lamecha Girma. El bronce fue para el marroquí Soufiane El Bakkali (8.03.76).

Por otra parte, el andarín Julio César Salazar fue el único mexicano que terminó en el lugar 20 (1:33.02) en los 20 kilómetros, luego de las descalificaciones de Carlos Sánchez y José Leyver. Japón se consagró en la marcha ahora con la victoria de Toshikazu Yamanishi (1:26.34), por delante del ruso con la bandera neutral Vasiliy Mizinov (1:26.49) y del sueco Perseus Karlström (1:27.00).