Doha. El velocista Fernando Arodi Vega ya puede darse el lujo de ser el primer mexicano en la prueba de 400 metros con vallas en alcanzar las semifinales de un Mundial de Atletismo que en su edición 18 entregó en Doha su primeras medallas con el triunfo de la keniana Ruth Chepngetich en un maratón marcado por las altas temperaturas, la elevada humedad y los desfallecimientos.

Chepngetich cronometró 2:32.43 durante la madrugada del sábado, tiempo de Doha. La plata fue para la bareiní Rose Chelimo, con 2:33.46, seguida de la namibia Helalia Johannes, 2:34.15, en una dura prueba marcada por los abandonos. De las 68 que tomaron la salida a la medianoche terminaron 31.

Antes, el sinaloense Vega debió esperar hasta que concluyeran las cinco rondas calificatorias a la que avanzaron los cuatro primeros de cada heat y los cuatro mejores tiempos.

En su debut, Vega corrió en el carril número uno de la primera ronda en la que figuraba el campeón mundial defensor, el sueco Karsten Warholm (49.27 segundos). Fue una de las más rápida de todas.

El culichi terminó sexto con 49.95, lejos de su récord mexicano de 49.32 que hizo este año en la Universiada Mundial de Nápoles, pero le dio el pase para la semifinal de hoy al tener el décimo noveno mejor crono entre los 24 que se clasificaron.

En las eliminatorias de 100 metros, los favoritos avanzaron sin apuros, entre los que destacaron los estadunidenses Justin Gatlin y Chris Coleman, así como el jamaicano Yohan Blake y el canadiense Andre de Grasse. El veterano Justin Gatlin, quien a sus 37 años defiende el título logrado hace dos años en Londres, ganó su serie (10.06), por delante de De Grasse (10.13), y obtuvo el tercer mejor crono de las series.

Coleman sacó nueve centésimas al segundo de su serie (el italiano Lamont Marcell Jacobs). En la parte final levantó el pie del acelerador e incluso se permitió mirar atrás, consciente de su gran ventaja, haciendo recordar lo que hacía Usain Bolt en muchas de sus series.

También, sin ningún problema, se clasificó a la final del salto largo Juan Miguel Echevarría, con 8.40 metros. El cubano, de 21 años, vigente campeón mundial bajo techo y ganador este año de la Liga de Diamante, es firme candidato al título que se disputa hoy.

En las clasificaciones de triple salto, el cubano naturalizado portugués Pedro Pablo Pichardo consiguió el primer puesto del día (17.31 metros) en el estadio Khalifa. Igualmente se clasificaron los favoritos estadunidenses Christian Taylor (16.99) y Will Claye (16.97).

Otra de las opciones de medalla para Cuba dio un paso adelante accediendo a la final: Yarisley Silva superó la barra de 4.60 metros y buscará una nueva medalla en el salto con garrocha teniendo de rivales a la venezolana Robeilys Peinado y la griega Ekaterini Stefani.

En el resto de las pruebas también superaron el primer trámite figuras como la rusa Maria Lasitskene en salto de altura y se dieron sorpresas como la incorporación del noruego Jakob Ingebrigtsen, quien había sido descalificado en los 5 mil metros por haber pisado el césped del interior de la pista, pero su federación apeló y la IAAF aceptó el recurso para instalarlo en la final en la que estará con sus hermanos Filip y Henrik.

Sin duda esta prueba será recordada por el gesto de Braima Dabo, de Guinea-Bissau, al ganarse la admiración del público al ayudar al exhausto Johnathan Busby, de Aruba, a cruzar la línea de meta en una asombrosa exhibición de espíritu deportivo.

Un angustiado Busby, cerca del colapso al final de la carrera clasificatoria, fue levantado en la última vuelta por Dabo, que lo acompañó a cruzar la meta acompañado de aplausos de los espectadores que se pusieron de pie para el final agónico y conmovedor.