Doha. Fernando Arodi Vega, el mejor velocista de México en 400 metros con vallas, abre su participación hoy en el Mundial de Atletismo en Doha que reunirá a mil 972 deportistas (mil 54 hombres y 918 mujeres) de 208 naciones, una representación de atletas neutrales y un equipo de refugiados.

El mexicano, quinto lugar del orbe en la Universiada Mundial de Nápoles con 49.32 segundos tras superar el récord de su país que tenía más de 30 años, tiene en su palmarés la medalla de oro con el relevo 4x400 que ganó también este año en la justa italiana.

El sinaloense, de 21 años, recibió una invitación de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) para competir en Qatar, al quedar a dos centésimas de la marca mínima. Hoy tendrá su debut en las eliminatorias y en caso de avanzar lo hará el sábado en la ronda de semifinal.

El presidente de la IAAF, Sebastian Coe, se mostró entusiasmado por el gran número de participantes menores de 23 años que se encuentran entre los 10 primeros de sus especialidades, hecho prácticamente inédito en campeonatos mundiales anteriores.

En simples términos, este será el Mundial más grande de la historia, dijo Coe ayer ante centenares de representantes de los medios en el majestuoso y remozado Khalifa International Stadium, que cuenta con lo más reciente en tecnología.

Dentro del estadio el calor no constituirá un problema debido al impresionante sistema de refrigeración que se encarga de crear un ambiente más agradable de hasta 15 grados menos que el existente fuera de la instalación.

La preocupación radica en la maratón femenil que se disputa hoy y la marcha –los mexicanos Horacio Nava e Isaac Palma compiten el sábado en la prueba de 50 kilómetros–, en las cuales los participantes deberán lidiar con registros superiores a los 30 grados celsius, incluso en horas de la noche con luz artificial. Por esta razón, el horario de comienzo de esas pruebas fue programado para la medianoche y se implementaron un grupo de medidas para prever cualquier situación adversa.

Una de las más novedosas es el uso de una tableta que posee un termómetro interno, la cual se le ha ofrecido a los atletas para que la ingieran voluntariamente y permitan monitorear como lidian con las temperaturas, el calor y la humedad.