Domingo 1º de septiembre de 2019, p. 12
Xalapa, Ver., Familiares de las personas que perdieron la vida en el ataque al bar El Caballo Blanco, en Coatzacoalcos, iniciaron los trámites para que ese crimen sea considerado como una violación grave a los derechos humanos, se establezca la responsabilidad del Estado mexicano y las medidas de reparación del daño que ameritan.
Encabezados por Alan Domínguez Muñoz, defensor independiente de los derechos humanos, las familias denunciaron, en rueda de prensa, que hubo muchas omisiones de las autoridades de los tres niveles de gobierno, que propiciaron el atentado, del que según cifras oficiales van 30 personas muertas.
Verónica Rozón, madre de Agustín Javier Ronzón, señaló que su familia fue revictimizada por varios medios de comunicación que informaron falsamente que su hijo era el dueño del bar El Caballo Blanco, lo que derivó en amenazas contra sus integrantes y que ella fuera a dar al hospital debido a la impresión.
La mujer insistió en que a su hijo se lo llevó la policía de Seguridad Pública, y luego apareció el video donde se observa que fue decapitado. Desmintió lo publicado en medios y pidió a las autoridades estatales que informen por qué su hijo fue detenido por policías de Seguridad Pública y luego aparece en un video donde es decapitado.
Domínguez Muñoz, por su parte, dijo: “Veracruz vive un momento crítico en respeto a los derechos humanos, donde quejas relativas a seguridad y justicia, son las áreas donde más se infringen las garantías individuales".
Sobre el trámite que iniciaron las víctimas, mencionó que se trata de una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por violaciones graves a los derechos humanos, donde buscaremos que sea reparada y garantizada su seguridad, buscaremos una reunión con el titular de la CNDH y con el Presidente de la República para garantizar que se haga justicia
, dijo Alan Domínguez.
Ayer, la Secretaría de Salud estatal informó que un joven de 19 años que se atendía de quemaduras sufridas durante el ataque del 27 de agosto, murió en un hospital de Coatzacoalcos, con lo que aumentó a 30 la cifra de fallecidos.