Prisioneros
e un momento a otro, si es que no se concreta el intercambio de prisioneros antes de que aparezcan publicadas estas líneas, Rusia y Ucrania van a dar el primer paso para intentar normalizar sus relaciones, en lo que se presume será un largo camino desde la ruptura por la anexión de Crimea y el conflicto armado en el sureste ucranio, que se ha cobrado la vida de más de 13 mil personas.
Tras cinco años de confrontación y guerra latente que a nadie beneficia, la coyuntura política –a partir de la llegada a la presidencia ucrania de Volodymir Zelensky y el triunfo de su partido al conseguir la mayoría absoluta en el Parlamento– es favorable para tratar de rescatar la hoja de ruta de los acuerdos de Minsk y reanimar el llamado cuarteto de Normandía
, formato de negociación que nació en esa región francesa y en el que participan Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
Ahora, por fin, Moscú y Kiev muestran voluntad política para intercambiar prisioneros, incluidas las figuras de ambos lados más representativas de lo que cada parte denomina encarcelamiento arbitrario e injusto basado en pruebas falsas: el cineasta Oleg Sentsov, condenado por Rusia como líder de un grupo terrorista que se disponía a realizar atentados
, y Kiril Vishinsky, periodista que dirigía en Kiev el portal noticioso de la agencia RIA Novosti imputado por Ucrania con traición a la patria y colaboración con los separatistas
.
Salvo caso aislados como el intercambio en 2016 entre la militar ucrania Nadiezhda Savchenko y dos agentes de la inteligencia militar rusa, Aleksandr Aleksandrov y Yevgueni Yerofeyev, nunca antes se había puesto sobre la mesa de la negociación liberar a más de 60 prisioneros por ambas partes, entre ellos los 28 marinos ucranios detenidos en noviembre del año anterior por el incidente en el estrecho de Kerch.
Quienes, rusos y ucranios, están a punto de obtener la libertad –o la lograron ya– se convirtieron en rehenes del enfrentamiento entre Moscú y Kiev. Aunque es difícil saber si se cumple lo pactado en Minsk de efectuar un intercambio de todos por todos
, sin duda es una señal muy positiva la liberación de este grupo numeroso de presos circunstanciales y crea un ambiente apropiado para convocar una nueva cumbre que pueda destrabar la búsqueda de un arreglo político en Ucrania.