Costaron 23 millones de pesos
Fueron adquiridos hace casi 10 años, tras una balacera
Viernes 30 de agosto de 2019, p. 31
A casi 10 años de que se instalaron arcos detectores de metales en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, con el propósito de inhibir la portación de armas de fuego y objetos punzocortantes, dichos aparatos son considerados adornos
, ya que se encuentran subutilizados.
En la estación Chabacano de la línea 2, en la correspondencia con las líneas 8 y 9, uno de los policías auxiliares encargados del funcionamiento de estas máquinas a gritos dice a los usuarios: Si gustan pasar sus mochilas, maletas o bolsas por el detector
, pero la mayoría de personas hace caso omiso. Una situación similar ocurre en la estación Zócalo, donde los dispositivos pasan inadvertidos para los usuarios.
Sin embargo, hay quienes están en favor del uso obligatorio de esos dispositivos en todas la líneas, ya que se debería considerar que millones de personas utilizamos este transporte y cualquiera puede entrar con un arma
. Asimismo, otros pasajeros comentaron que al menos se deberían utilizar de manera forzosa en las líneas que corresponden a las colonias consideradas como focos rojos
, pues parece que sólo están de adorno
.
De acuerdo con un policía auxiliar entrevistado, la mayoría de usuarios decide no pasar sus mochilas, maletas o bolsas por el arco, y es evidente que alguien que traiga algo no va pasar por acá. Esa gente le corre. Si traen una navaja o un cuchillo de tontos pasan. La mayoría no hace caso y hasta se enojan y nos la pasan a refrescar (mentar la madre), pero a la gente no se le puede obligar
, comentó.
El horario de operación de estos aparatos, de acuerdo con el elemento policiaco, es de 8:30 a 17 horas, y de 17:30 a 20:30 horas, aproximadamente.
Al respecto, un jefe de estación consultado mencionó que en todas las estaciones de transferencia existen estos dispositivos, pero en un recorrido se pudo corroborar que en varias estaciones, como Hidalgo, Pino Suárez y Zapata, no existen dichos aparatos.
Después de la balacera ocurrida en 2009 en la estación Balderas del Metro, que dejó saldo de dos muertos y ocho heridos, el STC gastó 23 millones de pesos en la compra de 39 arcos detectores de metales e igual número de equipos de inspección por rayos X, los cuales se convirtieron en una parte más del mobiliario de la red.