Elementos del Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos aprovecharon una reunión de rutina con sus contrapartes de la Fiscalía General de la República (FGR) para hablar sobre crímenes de odio y derechos civiles en el país vecino tras la masacre perpetrada en El Paso, Texas.

Mientras, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la FGR precisaron en un comunicado que dicho encuentro de alto nivel se efectuó ayer para dar seguimiento a las investigaciones del atentado terrorista ocurrido la mañana del 3 de agosto en contra de mexicanos en El Paso, la embajada de Estados Unidos bajó el nivel de la junta al precisar que forma parte de nuestras iniciativas continuas de intercambio de inteligencia con México, similar a los acuerdos bilaterales en la materia que tenemos con muchos otros países.

La reunión se realizó ayer en la sede de la FGR que se ubica en la colonia Roma. Poco después de las 11 de la mañana arribó al inmueble un convoy de cuatro camionetas con placas diplomáticas. Una hora después, los vehículos abandonaron el recinto donde, en privado y de forma hermética, los funcionarios de ambos países platicaron en momentos en que el gobierno mexicano ha informado que participaría en el proceso de investigación y juicio del caso, así como la intención de solicitud de extradición del responsable.

Tres horas más tarde, la oficina diplomática, a cargo del embajador Christopher Landau, informó del encuentro y expuso que a la luz de los recientes sucesos de El Paso, los temas de crímenes de odio y derechos civiles se agregaron a la agenda de esta reunión, que ya se tenía programada.

En el comunicado que se publicó casi a las seis de la tarde, las dependencias mexicanas subrayaron que el gobierno de México externó a las autoridades estadunidenses su preocupación por el acto cometido, manifestó su consternación por un posible vínculo del ejecutor del crimen con organizaciones supremacistas raciales y reiteró la importancia de llevar a cabo una investigación profunda de los hechos y de sus causas.

Afirmó que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y del mandatario estadunidense Donald Trump acordaron intercambiar información de sus respectivas investigaciones, en estricto apego a los marcos normativos de cada país, y coincidieron en la necesidad de colaborar juntos, sin intervenir en sus jurisdicciones. Hablaron también de la necesidad de trabajar con las comunidades para prevenir crímenes de odio.

Precisaron que al encuentro, presidido por el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, asistió un representante de la SRE, mientras que del lado estadunidense acudieron representantes de la embajada y del FBI.

La SRE y la FGR anunciaron que hoy un representante del gobierno de México viajará a Estados Unidos para reunirse con los fiscales estatal y federal que investigan el ataque.