En la Basílica de Guadalupe, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, pidió a los fieles amar a los migrantes. Hacerlo, dijo, es también respetar nuestra propia memoria, pues todos hemos tenido que migrar en algún momento.

Tras encabezar la peregrinación anual de la Arquidiócesis de Monterrey, de la que Cabrera López es titular, obispos auxiliares y creyentes que se dieron cita en el templo mariano oraron por que legisladores y gobernantes protejan la vida desde el instante de su concepción, el matrimonio, base de la familia natural, así como el derecho de educar a sus hijos.

Sobre los migrantes, en su homilía el presidente de la CEM afirmó: Ahora que la humanidad vive este fenómeno de la movilidad de tantos y tantos migrantes en todo el mundo, en Europa, América, aquí en nuestro país, es la oportunidad de amar.

Destacó: Toda actitud xenofóbica, en el fondo, es ignorancia, es olvidar la historia de uno mismo porque todos de un modo o de otro nos desplazamos, y agregó: Amar al extranjero, a veces aunque sea un invasor, un colonizador, aunque sea un destructor.

Pidió a los creyentes no dejarse seducir por pensamientos contrarios al amor y la caridad y oró por que los migrantes que cruzan el territorio nacional en dirección a la frontera norte sean acogidos e integrados con dignidad.