Se requieren estrategias que permitan a los estudiantes universitarios adquirir hábitos alimentarios y de actividad física saludables, de acuerdo con un estudio publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que encontró que hasta uno de cada cinco alumnos presenta el síndrome metabólico, que es un conjunto de anormalidades en el metabolismo consideradas de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.

Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) analizó el estado nutricional y los hábitos de 50 alumnos, 22 hombres y 28 mujeres, de entre 19 y 25 años, que estudian Ciencias Biológicas y de la Salud en la propia UAM y encontró que 22 por ciento tenía sobrepeso y 38 por ciento obesidad.

El estudio Ingesta alimenta-ria y composición corporal asociadas a síndrome metabólico en estudiantes universitarios, publicado en la Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, indica que, de entre las mujeres, una de cada cuatro presentó sobrepeso y una de cada tres tuvo obesidad. En los varones, dos de cada 10 tuvo sobrepeso y casi la mitad del total tuvo obesidad.

Asimismo, se observó que uno de cada cinco participantes presentaba el síndrome metabólico. Esta condición fue identificada en 13.6 por ciento de las mujeres y en 25 por ciento de los hombres.

Respecto al tipo de grasa consumida por hombres, se observó que el de grasa saturada fue mayor al recomendado; mientras que el consumo de grasas monosaturadas y poliinsaturadas sí fue acorde a la recomendación.

Se encontró que el consumo de omega-3 y omega-6 en hombres y mujeres fue menor al recomendado. Este resultado llama la atención, ya que un alto consumo de grasa saturada, aunado al bajo consumo de estos omegas, favorecen la acumulación de colesterol en las arterias y, en consecuencia, la aparición de enfermedades cardiovasculares, de acuerdo con los autores del estudio.

Si bien los académicos consideran que es necesario realizar otros estudios para confir-mar estos resultados, principalmente con relación a la presencia de síndrome metabólico en población joven, “se puede concluir que el sobrepeso y la obesidad estuvieron ampliamente presentes. Además, no cumplieron con las recomendaciones de ingesta de macro y micronutrientes, pues tuvieron un consumo bajo en hidratos de carbono y alto en lípidos, caracterizado también por mayor cantidad de grasa saturada y menor cantidad de omega-3 y omega-6.

En general, la ocurrencia del síndrome metabólico, concluye el estudio, fue alta y de especial interés, ya que la población es joven y, por tanto, podría considerarse como predictor de enfermedades crónico-degenerativas en la vida adulta si no se modifican los hábitos de alimentación y el estilo de vida.

Es por eso que se sugiere implementar estrategias que incidan sobre las conductas alimentarias, ya que es un factor potencialmente modificable.

Para los especialistas se hace indispensable actuar en forma preventiva y promocionar la realización de actividad física, y la valoración médica y nutricional.