Cien familias que buscaban obtener un crédito del Instituto de Vivienda (Invi) de la Ciudad de México para adquirir su hogar fueron defraudadas con cerca de 3 millones de pesos que entregaron a Isaac Torres Carrillo, supuesto gestor que se encargaría de registrarlas para tramitar departamentos en diferentes alcaldías.

Dicho sujeto desapareció, en el Invi nadie lo ha visto, tampoco lo conocen y no estamos registrados, dijeron los afectados, quienes obtuvieron referencias del mismo personal del instituto: Nos dijeron que él era quien entregaba las viviendas.

Las familias denunciaron ante el agente del Ministerio Público el quebranto y piden a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, investigar al personal de la dependencia porque es seguro que hay gente coludida con él. Le entregaron formatos y pedían los papeles para completar los requisitos.

Entre los defraudados está Sandra Gamboa y otros integrantes de su familia, que desde 2017 empezaron a realizar los trámites. Durante este periodo la mujer entregó a Torres Carrillo 150 mil pesos para poder adquirir un departamento en la calle de Bolívar, alcaldía Benito Juárez.

Situación similar narraron tres integrantes de la familia Montalvo Hernández, cada uno entregó 60 mil pesos por una vivienda en Escuela Naval, Coyoacán. Otros en la Agrícola Oriental, Iztacalco. Los montos que tuvieron que dar van de los 35 mil a 150 mil pesos para tener las fichas de apertura de créditos del Invi.

Torres les expuso que para poder realizar el trámite tenía que darlos de alta como organización porque así lo requería el instituto; mencionó que pertenecía a la agrupación Luchando por una vivienda digna y el dinero que recibía era porque los trámites se hacían debajo del agua y tenía que repartirlo.

Los afectados hicieron algunos depósitos a diferentes cuentas bancarias entre las que estaba la de la esposa del responsable, Karla Olguín Sotelo, otros pagaron en efectivo. Antes de entregar el dinero algunas familias lo investigaron, lo acompañaron a realizar trámites y se dieron cuenta que era conocido en el Invi.

Lo trataban con familiaridad: el policía de la entrada, personal de las ventanillas, incluso lo recibían en las oficinas y ahora nos dicen que no estaba registrado y que no lo conocen. Ante eso lanzan la alerta para evitar que más familias sean defraudas por buscar donde vivir.