Domingo 4 de agosto de 2019, p. 26
Con el fin de ver a su mamá de nuevo un niño de 10 años desconectó su consola de videojuegos, agarró un par de arracadas y dinero en efectivo para salir de su casa en Chalco, estado de México, y entregarlos a un supuesto secuestrador en la estación Chabacano de la línea 2 del Metro.
La tarde del viernes sonó el teléfono de su casa y cuando el niño respondió escuchó del otro lado la voz de un hombre que le exigió llevar objetos de valor de su hogar a cambio de liberar a su mamá.
Esta no fue la única llamada, casi al mismo tiempo el papá recibió una amenaza de extorsión similar en la que le exigieron 50 mil pesos, también en la estación del Metro Chabacano, a cambio de liberar no a su esposa, sino a su hijo a quien decían tener secuestrado.
Eran las 17:30 horas cuando el pequeño llegó con su Xbox, las arracadas y el dinero a la estación Pantitlán del Metro para pedir ayuda a los agentes de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), quienes se encontraban en el andén H.
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, los uniformados resguardaron al menor ante el criterio de preponderar el interés superior de la niñez
y en acatamiento al artículo cuarto de la Constitución y de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Los efectivos localizaron por teléfono a la mamá, de 39 años, quien dijo encontrarse en perfectas condiciones y en su lugar de trabajo
.
Al conocer la situación respondió que acudiría de inmediato a recoger a su hijo, pero momentos antes de su llegada apareció en el paradero el papá, quien preguntó por qué el menor estaba en custodia policiaca.
Una vez que los uniformados explicaron la situación, el señor de 44 años declaró que momentos antes, en su negocio, recibió una llamada de extorsión en la que le pedían dinero para liberar a su hijo.
Una vez que llegó la madre presentaron documentos oficiales que acreditaron el parentesco con el niño, quien fue devuelto no sin antes conminarlos a presentar una denuncia penal.
La familia respondió que de momento no era su deseo
y se marcharon con el menor.