Washington. El secretario del Trabajo de Estados Unidos, Alex Acosta, renunció a su cargo ayer en medio de críticas en el sentido de que dio un trato favorable al multimillonario Jeffrey Epstein ante una acusación de abuso sexual de menores cuando fue fiscal federal en Florida en 2008. Llamé al presidente esta mañana y le dije que pensaba que lo correcto era hacerme a un lado, informó el funcionario en una comparecencia conjunta en la Casa Blanca con el mandatario Donald Trump.

Acosta enfrentó crecientes exigencias para que dimitiera por el acuerdo secreto alcanzado con Epstein hace una década, por el cual el financista solo pasó 13 meses preso y se registró como delincuente sexual por un crimen que, según la ley, amerita más de 40 años de cárcel.

Trump describió a Acosta como un gran secretario del Trabajo y añadió que él no pidió la renuncia.

El último día de Acosta al frente de esta cartera será el 19 de julio y el subsecretario Patrick Pizzella asumirá el cargo de secretario interino del Trabajo.

Epstein, un administrador de fondos de alto riesgo (hedge funds), fue acusado el lunes por fiscales de Nueva York de un cargo de tráfico sexual de menores y un cargo de conspiración para cometer tráfico de menores. Esos cargos conllevan un máximo de 45 años de prisión.

El multimillonario, de 66 años, abusó sexualmente a decenas de adolescentes menores de edad en sus propiedades en Manhattan, Nueva York, y Palm Beach, Florida, entre 2002 y 2005, informaron los fiscales. Algunas tenían sólo 14 años.

El manejo del caso en Florida por Acosta fue reportado primero en una amplia investigación del Miami Herald en noviembre de 2018. El acuerdo de culpabilidad no permitió a ninguna de las víctimas testificar y evitó a Epstein cargos federales que conllevan una sentencia de cadena perpetua.

Además, The New York Times informó que Epstein sobornó a dos testigos potenciales del caso en el que se le acusa de abuso sexual de menores. En noviembre y diciembre de 2018 el inversor estadunidense pagó un total de 350 mil dólares a estas personas, que probablemente iban a entregar un testimonio comprometedor en su contra en caso de un juicio, dijo el periódico.

Las revelaciones salpicaron a figuras poderosas como Trump, el ex presidente Bill Clinton y el príncipe Andrés de Gran Bretaña, quienes fueron amigos de Epstein.

A principios de esta semana, tanto Acosta como Trump buscaron defenderse de su cercanía con el multimillonario de Wall Street.

Acosta sostuvo que su oficina había logrado el mejor arreglo legal posible en el momento, al tener en cuenta el bienestar de las víctimas.

Por su parte, Trump negó ser conocido de Epstein y aseguró no haber hablado con él en 15 años. Sin embargo, en 2002 Trump comentó en una entrevista que Epstein era un tipo estupendo. Es muy divertido estar con él y agregó: Se dice que le gustan las mujeres bellas tanto como a mí, y muchas de ellas están del lado más joven.

Por otra parte, el magnate arremetió contra el ex presidente republicano de la cámara baja, Paul Ryan, cuyos comentarios críticos al mandatario aparecieron en extractos de un libro de próxima aparición titulado American Carnage (Carnicería Americana).

En pasajes del libro, del periodista Tim Alberta, Ryan dijo que se retiró del Congreso en 2018 porque no soportaba la idea de pasar dos años más junto al presidente estadunidense y vio en la renuncia una escotilla de escape, informó el diario Washington Post.

Le digo que (Trump) no sabe nada sobre el gobierno. Yo quería regañarlo todo el tiempo, dice la cita atribuida a Ryan.

En respuesta, Trump fustigó a Ryan, al que calificó de un fracasado al fin de su mandato.