Sábado 13 de julio de 2019, p. 3
Un símbolo de la contracultura de los años 60 en Estados Unidos. Sobre todo, un hito en materia de diseño, tan reconocible como la botella de Coca-Cola, el ‘‘auto popular’’ por excelencia fabricado por la firma alemana Volkswagen pone fin a una era.
El último de los 5 mil 961 ejemplares de la edición final irá a un museo tras de las ceremonias en Puebla del pasado 10 de julio que marcaron el final de la producción. El vocho se ha integrado a la cultura popular mexicana.
Varios artistas han usado ese auto, como Manuel Felguérez, quien creó Crisálida, con la que intervino y deconstruyó uno; Damián Ortega lo utilizó en Cosa cósmica, exhibido en la Bienal de Venecia en 2002.
Artesanos mexicanos también han realizados trabajos, como el Vochol, cubierto con más de 2 millones de chaquiras por huicholes.