Washington. El jefe interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés), John Sanders, renunció ante la indignación causada por el descubrimiento de las condiciones precarias en las que se encuentran niños migrantes albergados en una de estación de la agencia en Texas.

La dimisión de Sanders, quien no mencionó el motivo de su dimisión, entrará en vigor el 5 de julio.

Sanders estuvo al frente de la agencia desde que el presidente Donald Trump nombró este año a Kevin McAleenan, quien antes ocupaba el cargo, para remplazar a Kirstjen Nielsen como secretario de Seguridad Nacional.

La agencia fue criticada recientemente debido a la manera en que manejó la afluencia de familias de migrantes en la frontera. El fin de semana congresistas y medios estadunidenses comprobaron las condiciones insalubres de los refugios de niños migrantes en la frontera. En una instalación en la localidad de Clint, Texas, reporteros describieron cómo los menores se encontraban hacinados, con brotes de influenza y piojos, sin acceso a un lugar donde bañarse, jabón, cepillos de dientes o toallas, durmiendo en el concreto abrazados unos a otros para darse calor, y con niños mayores haciéndose cargo de los más pequeños. Se comprobó además que el alimento que se les daba muchas veces estaba congelado y sin calentar.

Las autoridades regresaron ayer más de 100 niños migrantes al centro de detención de Clint donde carecían de suficiente agua, alimentos y aseo luego de que el lunes los menores fueron reubicados y llevados a un paradero desconocido.

Una fuente de la CBP informó ayer que la mayoría de los 300 niños que estaban en la instalación en Clint, Texas, la semana pasada, han sido reubicados en albergues de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.

La fuente, que pidió no ser identificada, se negó a divulgar cuántos niños están actualmente confinados allí, pero aseguró que Clint está ya en mejores condiciones de alojar a los menores que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.

▲ Stephanie Grisham se mantendrá como vocera de la esposa del presidente, Melania Trump; además, a partir del viernes, será la nueva secretaria de prensa y vocera de la Casa Blanca.Foto Ap

En otro cambio de roles dentro de la administración Trump, Stephanie Grisham, la vocera de la esposa del presidente, Melania Trump, será la nueva secretaria de prensa de la Casa Blanca. Además asumirá como directora de comunicaciones de la Casa Blanca. Grisham remplazará a Sarah Sanders, quien anunció su renuncia hace unos días.

Las actividades de Melania Trump en la Casa Blanca, principalmente una campaña para ayudar a los niños bautizada como #BeBest, reciben relativamente poca atención de los medios.

Pero Grisham reveló el poder en la sombra de la esposa del mandatario durante una disputa en noviembre pasado, cuando Melania Trump ordenó despedir a la asesora de seguridad nacional adjunta, Mira Ricardel.

Según se informó, la disputa comenzó cuando Ricardel se enojó por la disposición de asientos en el avión del gobierno que llevó a Melania Trump a una gira por cuatro países de África, su primer gran viaje al extranjero en solitario.

En una decisión inusual, Grisham emitió después una declaración sobre Ricardel en la que decía: La oficina de la primera dama considera que ya no merece el honor de servir en esta Casa Blanca.

La Cámara de Representantes aprobó un paquete de ayuda por 4 mil 500 millones de dólares para lidiar de forma urgente con el aumento en la cantidad de migrantes en la frontera con México, ante los reportes de los niños centroamericanos en instalaciones saturadas.

Debemos resolver la crisis humanitaria esta semana, dijo a la prensa el presidente del caucus demócrata en la cámara baja, Hakeem Jeffries.

La iniciativa, turnada ahora al Senado, fue aprobada por 230 votos a favor contra 195.