En 2019, los llamados puntos de calor –zonas donde las temperaturas son más elevadas y por lo tanto existe mayor riesgo de que ocurra un incendio– ya superaron a los que se registraron en 2005 y 2011, lo cual es muestra de la gravedad de la emergencia actual, señaló María Isabel Cruz, subcoordinadora de Percepción Remota de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

Al impartir una conferencia sobre los 20 años de existencia del sistema de alerta temprana de incendios forestales, la especialista indicó que en la actualidad los puntos de calor se ubican sobre todo en los estados de Chiapas, Guerrero, Campeche, Oaxaca, Michoacán, Jalisco y Yucatán.

Cruz alertó que dichas regiones con temperaturas particularmente altas se están detectando cada vez con mayor frecuencia en selvas, y no sólo en bosques templados, y afirmó que 34 por ciento de dichos indicadores se han detectado en zonas de producción agrícola, lo que sugiere que muchos de los fuegos podrían no ser realmente incendios forestales.

Luego de la grave situación que se vivió en 1998 –año en que se registraron hasta 14 mil 445 zonas de llamas fuera de control–, la tendencia de surgimiento de incendios forestales en Mexico iba a la baja, situación que cambió a partir de 2018 y 2019.

Informó que el sistema de alerta temprana de incendios forestales que opera la Conabio se compone de una serie de implementos tecnológicos de monitoreo, en particular imágenes satelitales, las cuales pueden no sólo detectar con precisión el lugar donde inició una conflagración, sino también el nivel de humedad de la vegetación de la zona y la orografía de la misma, dos elementos decisivos en el surgimiento y persistencia de un evento de fuego descontrolado.