Viernes 17 de mayo de 2019, p. 9
Cannes. Kleber Mendonça Filho presentó en Cannes Bacurau, western febril y violento sobre una comunidad rural brasileña que se defiende de una invasión difícil de comprender, y que para sus realizadores no dista mucho del Brasil de Jair Bolsonaro.
La cinta, que compite por la Palma de Oro, dio al Festival Internacional de Cine de Cannes la declaración política más mordaz hasta el momento de esta edición. Aunque es una parábola brasileña sangrienta y surrealista con tintes de El malvado Zaroff y Los siete samuráis, sus realizadores hablaron ayer en términos políticos directos.
Brasil en este momento se siente como una distopía en muchos aspectos de la vida cotidiana
, dijo Mendonça Filho a la prensa.
Hace tres años, durante el estreno de su película Aquarius, en Cannes, el director y su elenco memorablemente sostuvieron pancartas que declaraban que en Brasil había un golpe de Estado. Apenas unas semanas antes, la ex presidenta de izquierda Dilma Rousseff había sido impugnada. El pasado octubre Bolsonaro, líder populista de derecha a veces comparado con el presidente estadunidense Donald Trump, fue elegido, dando paso a un nuevo episodio tenso para Brasil.
Esta vez, Mendonça Filho, el codirector Julian Dornelles y su elenco no protestaron en la alfombra roja. Bacurau, dijeron, hablaba por ellos.
Usamos las películas como nuestras armas
, dijo el actor Thomas Aquino. Esta es nuestra respuesta. Así es como protestamos
.
Mientras Bacurau se estrenaba el miércoles por la noche en Cannes, decenas de miles de estudiantes y maestros protestaban en las calles de Brasil por los grandes recortes a la educación que Bolsonaro ha anunciado. Los cineastas expresaron solidaridad con los manifestantes.
Es muy importante no volverse loco
, dijo ayer Mendonça Filho. “Es como: ‘sí, quizá recortemos 30 por ciento de la educación, quizás eso sea bueno’.
Nunca debemos perder de vista aquello en lo que creemos
, agregó. Eso es la resistencia bajo un extraño sistema en el que uno no cree
.
Contra las artes para el marxismo cultural
Bolsonaro ha dicho que los grupos indígenas en Brasil tienen demasiada tierra bajo su control. Está en favor de hacer partes del Amazonas más accesibles para mineros y leñadores.
El mandatario también criticó las artes para el marxismo cultural
y disolvió el ministerio de Cultura del país. Los fondos para la industria más grande del cine y la televisión de Latinoamérica se han reducido considerablemente.
Pero Brasil tiene una presencia significativa este año en el festival de Cannes, con cintas que incluyen Invisible Life, de Karim Ainouz, en la sección Una Cierta Mirada, y Bacurau, como la más prominente.
Es sencillamente increíble que esta película esté viendo la luz del día en un momento en el que están tratando de esconder la producción cultural brasileña
, señaló Filho.
Durante la producción de Bacurau, el gobierno brasileño declaró que Mendonça Filho tenía que devolver unos 500 mil dólares de una concesión que recibió para su opera prima, Sonidos vecinos, de 2012. El realizador dijo que la demanda era sin precedente en la historia del cine brasileño
.
“Cuando Bacurau fue anunciada en Cannes, este mes, salieron con otro paquete de prensa sobre esto, lo cual no es una coincidencia”, dijo. Estamos lidiando con esto con abogados y esperamos anularlo. No tiene sentido en absoluto
.
Mientras Bacurau estuvo en desarrollo la década pasada, Mendonça Filho dijo que los extremos de Bacurau fueron avivados por la elección de Bolsonaro. Fue casi como si la realidad alcanzara el guion
, declaró el cineasta.