Además de recibir formación y adiestramiento en planteles militares, los integrantes de la Guardia Nacional estarán sujetos a un estricto régimen disciplinario que facilite el mando vertical del personal, pero también la acción horizontal, de solidaridad y colaboración entre iguales, se señala en el proyecto de ley orgánica de esa corporación que se analiza en el Senado.

La iniciativa que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió a esa cámara, incluye un catálogo de 35 faltas y castigos específicos, con sanciones administrativas y penales, para tratar de disuadir conductas que pueden darse entre mandos y subalternas, y que van desde las “aparentemente ínfimas, como la displicencia, a la desobediencia abierta y hasta lesiones y homicidio.

En la iniciativa se propone crear una escala jerárquica, con 14 grados, agrupados en cuatro grandes categorías, que son la de comisarios, inspectores, oficiales y guardias, y todos estarán sujetos a ese régimen especial disciplinario que incluye de uno a seis años de prisión por el delito de abandono del servicio sin causa justificada.

Si se realiza durante la ejecución de un operativo, la pena se incrementará al doble. Asimismo, el personal de la Guardia Nacional que extravié el arma o armas con que se le haya dotado para el servicio, incurrirá en un delito que amerita de tres a seis años de prisión.

Se propone tipificar el delito de insubordinación y se define como aquel cometido por el personal de la Guardia Nacional que, con palabras, ademanes, señas, gestos, golpes o de cualquier otra manera, falte al respeto o afecte la integridad física de un superior que porte sus insignias, o que conozca o deba conocer como superior.

La insubordinación puede cometerse dentro del servicio o fuera de él, y las penas son de tres a 60 años de prisión. En este último caso cuando el subalterno provoque la muerte de un superior.

En contraparte, se tipifica también el abuso del ejercicio de mando y se define como el cometido por un oficial de mando contra un subalterno. Por dar órdenes que no tengan relación con el servicio la pena es de seis meses a un año de prisión, por extralimitarse al imponer correctivos disciplinarios, ocho meses de prisión si no resulta lesionado el ofendido.

Igualmente, por insultar a un subalterno se aplican hasta ocho meses de prisión, por un maltrato físico que le provoque lesiones físicas, de cuatro a ocho años de prisión, y hasta 10 años si pierde algún miembro por causa del castigo. En caso de que fallezca, se le impondrá una pena de 30 a 60 años de prisión, se indica en el documento.

En la iniciativa se precisa que el régimen disciplinario es particularmente estricto a fin de que los integrantes de la Guardia Nacional sean servidores públicos con altos valores cívicos y de servicio, diestros en el manejo de las armas y en el uso de tecnologías, expertos en investigación científica y capaces de resistir y combatir los factores que en el pasado han medrado en otros cuerpos de policía del país.