La única derrota que sufrió el campeón superpluma Miguel Berchelt fue por la vía más cruenta: el nocaut. Después de aquella caída, el mánager Alfredo Caballero pidió a los promotores que lo dejaran trabajar un par de años para reinventar al boxeador. En ese lapso –dijo en aquel momento– lo prepararía para enfrentar una lista de peleadores que consideraba el escalafón necesario para sus nuevos planes.

Estaban en la lista Francisco Bandido Vargas, Takashi Miura, Miguel Román y, al final, la gema del momento, el ucraniano Vasiliy Lomachenko. Excepto a la estrella europea, a todos los venció. A Bandido le arrebató el título superpluma del Consejo Mundial de Boxeo, a Miura lo retiró, y Román quedó expuesto ante la pegada e inteligencia de Berchelt.

Este lunes la empresa Top Rank confirmó la revancha entre Berchelt-Bandido, el 11 de mayo en el Centro de Convenciones de Tucson, Arizona. Un combate que el mánager del campeón anticipa que será la última del retador.

“Creo, sin demeritar a Bandido Vargas, que será su última pelea, porque Berchelt está mentalizado en retirarlo”, dice Caballero; antes ya retiró a Takashi Miura, muy fuerte y respetado, y Vargas está confiado en que esta vez Berchelt no será tan difícil.

La primera batalla contra Bandido, en enero de 2017, Berchelt apostó por el boxeo estilizado y logró dañar a Vargas, quien tuvo que aceptar que le detuvieran la pelea y ahí se le fue el cinturón.

Hay que entender que en aquella ocasión Berchelt llegó como retador, recuerda Caballero; “esta vez es el campeón con cuatro defensas y vamos a hacer cambios en la estrategia, no iremos a repetir lo de aquella contienda.

“Desde luego que respetamos la carrera de Bandido, todo mundo sabe que es un guerrero”, reconoce, pero confiamos en que Berchelt volverá a salir limpio. Es más joven, ha sido menos golpeado y con un golpeo más duro.