El gobierno federal destacó que hay varios México, debido al grado de desigualdad que se vive en todo el país, por lo que, consideró, eso no puede seguir así.

Como parte del foro nacional Planeando juntos la transformación de México, para definir el Plan Nacional de Desarrollo, tres secretarías ofrecieron un diagnóstico del país en materia de justicia, estado de derecho, bienestar y desarrollo económico, para que los participantes de las 94 mesas organizadas en Palacio Nacional ofrecieran propuestas.

Adán Peña, coordinador de asesores de la Secretaría de Bienestar, destacó que entre 2008 y 2016 la pobreza aumentó en 3.9 millones, al pasar de 49.5 a 53.4 millones la cifra de personas en esa condición, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

La actual administración, indicó, ha cambiado la concepción de desarrollo social por bienestar, pues no sólo existe la pobreza, sino también la desigualdad. Subrayó que 30 por ciento de la población más rica del país se queda con más de 60 por ciento del ingreso nacional, por lo que la sociedad mexicana es una de las más desiguales en el mundo.

México no es un país pobre, sino desigual e injusto, destacó.

Múltiples conflictos

El director de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Economía, Alejandro Rosas, dijo que el gobierno no posee la verdad absoluta para resolver los problemas.

Subrayó la aún baja inclusión de la población en el sistema financiero, la precariedad y la desigualdad laboral, así como la baja recaudación tributaria, la dependencia de los recursos petroleros, el reducido nivel de producción de crudo y la infraestructura insuficiente.

Diana Álvarez, subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, indicó que el Estado debe propiciar la prosperidad y el desarrollo, apegarse a los derechos humanos y fortalecer el estado de derecho en los ámbitos económico y de justicia.

En las mesas de energía los participantes plantearon propuestas encontradas, desde introducir tercerización en Petróleos Mexicanos hasta dar un nuevo manejo al capital humano.

También consideraron que las inversiones en esa empresa deben encaminarse a proyectos rentables. Incluso, uno de los participantes reclamó que no se haya comenzado la construcción de la nueva refinería.

Otra propuesta fue canalizar los recursos de las Administradoras de Fondos para el Retiro a inversiones en energías renovables.