El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) sobrepasa 50 por ciento su capacidad operativa, ya que fue diseñado para atender a 32 millones de pasajeros. Por séptimo año consecutivo registró una cifra histórica al contabilizar –de manera preliminar– más de 47 millones 700 mil usuarios el año pasado y esto fue casi 3 millones más que 2017.

De acuerdo con cifras de la Dirección General de Aeronáutica Civil, la mayoría de los que usan el aeropuerto más importante del país son mexicanos. Durante 2018 trasportó a 30 millones 495 mil 723 personas a diferentes destinos de la República Mexicana y 17 millones 204 mil 824 volaron a otro país. En diciembre pasado movilizó 4 millones 254 mil 985 pasajeros y tuvo días pico con aumento de hasta 40 por ciento, ya que hubo jornadas en las que trasladó hasta 159 mil viajeros, principalmente durante el periodo vacacional de invierno.

Las ocho rutas domésticas regulares más transitadas son Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Cancún, Tuxtla Gutiérrez, Puerto Vallarta y Villahermosa de donde se movilizan 44 por ciento del total de pasajeros.

Sin embargo, en la actualidad el AICM tiene saturación aérea, problemas de retrasos, cancelación en aterrizajes y despegues, sobreventa de boletos y algunas de sus instalaciones están deterioradas, mientras otras están en remodelación.

Luego de la salida de Mexicana de Aviación en 2010, donde 8 mil 500 trabajadores quedaron sin empleo y 700 jubilados dejaron de recibir su pensión, el AICM atendió ese año 24 millones de usuarios, pero la saturación se agravó en el sexenio de Felipe Calderón, cuando se admitió el traslado de las operaciones de aerolíneas de bajo costo de Toluca a Ciudad de México.

Fue hasta 2014 cuando se declaró saturado el campo aéreo en la capital. El anuncio se hizo en el Diario Oficial de la Federación. La creciente demanda en las operaciones provocó que las horas de congestión sean de las 6 de la mañana a las 23:59 de la noche.

Según las cifras de la Dirección General de Aeronáutica Civil, de enero a septiembre de 2018, de 306 mil 575 operaciones se cancelaron 9 mil 287 aterrizajes y/o despegues, la mayoría imputables a las empresas aéreas.

Los motivos son, entre otros, la espera prolongada o presentación tardía de la tripulación, abordaje lento, descarga de equipaje, sobreventa de boletos, falla del equipo o deficiencia en la prestación del servicio, falta de personal o trabajo deficiente en el área de aduana, migración, sanidad, Policía Federal, Procuraduría General de la República y condiciones meteorológicas adversas en el aeropuerto de origen-destino, en ruta o al alterno (vientos en contra y cruzados, lluvia, neblina, tormentas eléctricas) por mencionar algunos motivos.

En cuanto a demoras, en ese mismo periodo de 2018, en un conjunto de más de 306 mil operaciones, 208 mil 739 se realizaron a tiempo, 41 mil 526 retardos fueron imputables a las firmas aéreas y 55 mil 909 no imputables a la aerolínea. Además, 27 mil 784 fueron por fenómenos climatológicos como el del 2 de enero pasado, cuando 34 vuelos de llegada se desviaron a terminales aéreas alternas, 13 de salida fueron cancelados y 109 arribos y despegues tuvieron retraso debido a la presencia de un intenso banco de niebla durante casi tres horas.