La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), de la Secretaría de Gobernación, tendrá este año un presupuesto de 184.3 millones de pesos, 28.1 por ciento menos que en 2018. En contraparte, los casos de agresiones por razones de género y violencia feminicida siguen al alza en todo el país.

El año pasado (periodo enero-noviembre) fueron registrados 760 feminicidios, 25 más que en todo 2017.

La mitad de los sucesos de esta forma extrema de violencia de género ocurrió en cinco entidades del país: estado de México (con 94 carpetas o averiguaciones previas de homicidios dolosos clasificados como feminicidio); Veracruz (85), Nuevo León (74), Chihuahua (48) y Ciudad de México, con 38.

En la lista, compilada por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, sigue Sinaloa, con 38 casos; Puebla, con 30, y Guerrero, con 28.

También hay un incremento en el número de niñas y adolescentes víctimas de este delito. Mientras en 2015 sólo hubo un mes con ocho casos de violencia extrema y fatal, el año pasado fueron cuatro, entre éstos, uno (julio) con 12 feminicidios cometidos en contra de menores de edad.

De las 32 entidades, 18 tienen solicitudes de alerta de género declaradas y tres (Ciudad de México, Puebla y estado de México) están en proceso de declararla.

Pese a este panorama, Conavim tendrá casi 30 por ciento menos recursos para definir y coordinar las políticas públicas en la materia, mientras las entidades le destinan márgenes presupuestales bajos.

Por ejemplo, el estado de México reportó una partida de 30 millones de pesos, pero hasta octubre pasado, según un oficio enviado a la Conavim, esperaba utilizar 25 millones en la compra de vehículos para la búsqueda de mujeres reportadas como desaparecidas en 11 municipios con alerta de género.

Esta entidad fue la primera en recibir una alerta por feminicidios, en julio de 2015, aunque tres años después el gobierno estatal no tenía reportes acerca de proyectos de inversión de los gobiernos municipales para mitigar el problema.

Actualmente se analiza una segunda petición de alerta, esta vez por el número de mujeres reportadas como desaparecidas.

Otros estados muestran también presupuestos limitados –o datos opacos– relacionados con la atención a la violencia de género.

El reporte de Veracruz desglosa, por ejemplo, viáticos para asistir a reuniones en Ciudad de México o el pago de una trabajadora que apoya a las víctimas, pero no se da la cifra total solicitada.