La Guardia Nacional es bienvenida, pero debe dejarse claro que no sea una institución clonada de las fuerzas armadas ni conducir a una militarización del país, definió ayer el gobernador de Campeche y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Alejandro Moreno Cárdenas.

En las audiencias que el Congreso de la Unión celebra en relación con la conveniencia de permitir desde la Constitución la participación de soldados y marinos en tareas de seguridad, definió que, si se aprueba, deberá funcionar bajo los más estrictos criterios de respeto a la soberanía estatal.

A lo largo del día, en la Cámara de Diputados, los gobernadores de varias entidades advirtieron que la Guardia Nacional no resolverá el tema de seguridad, pero reconocieron que dejar el problema como está sería irresponsable, exigieron que el mando de la guardia sea civil y no militar y, sobre todo, que la reforma se apruebe con pulcritud, para no dar el mensaje de que ya militarizamos al país.

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, planteó que se debe dar un voto de confianza al presidente Andrés Manuel López Obrador en su decisión de integrar esa corporación, pero también señaló que el Congreso puede acelerar el tránsito del mando militar de la guardia al civil, que en el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales se prevé ocurra hasta dentro de cinco años.

No obstante, señaló que, si se pide a militares actuar en tareas de seguridad, es necesario darles certeza jurídica y, al mismo tiempo, fortalecer la administración y procuración de justicia, así como los sistemas de inteligencia, porque de nada servirá la Guardia Nacional si prevalece la impunidad.

Mientras estamos aquí en el debate, militares y marinos están allá afuera sin certeza jurídica y hay familias que no tienen la seguridad que el Estado debe garantizar. Los militares deberían tener un marco jurídico para que, cuando actúen en defensa de las familias, tengan certeza con qué se enfrentan, indicó.

Por su parte, Moreno Cárdenas rechazó la centralización de la seguridad pública y sostuvo que las atribuciones de la guardia deben quedar explícitas en la Constitución, sin ambigüedades y bajo los más estrictos criterios de respeto a la soberanía estatal, privilegiando coordinación, trabajo conjunto y pleno respeto a los derechos humanos.

Los gobernadores, acotó, no renunciarán a su facultad constitucional de garantizar paz, armonía y tranquilidad en sus estados y refirió que respetan las atribuciones que se le puedan otorgar al Presidente sobre Guardia Nacional, siempre y cuando no rebasen el ámbito de su competencia, el ámbito federal.

Porque, abundó, la seguridad es un tema compartido entre Federación, estados y municipios y, como es normal, ningún orden de gobierno está dispuesto a renunciar a su competencia, soberanía interior y autonomía.

Desde su perspectiva, la estrategia de la Guardia Nacional debe sincronizarse con las necesidades de seguridad de cada entidad.

El traje a la medida de cada estado, con estrategias para combatir a la delincuencia sólo se puede confeccionar con un trabajo conjunto con el gobierno federal, estatales y municipales. Un buen principio es que la iniciativa no confunda ni traslape las facultades de cada orden de gobierno, expuso.

El gobernador de Campeche señaló que aunque se plantea que la guardia tenga un origen eminentemente militar, porque se integrará inicialmente con las policías Militar y Naval, en la reforma debe quedar claro que su labor y tareas deberán correr a cargo de la autoridad civil y recalcar que estarán sujetas al fuero civil.

Sólo así, con ese carácter, se podrá dar participación de los gobiernos en los acuerdos de seguridad con el gobierno federal, anticipó.

Afirmó que además se deben formar policías y capacitarlos. Las policías, los agentes de seguridad no se compran en una tienda de conveniencia, se forman todos los días, abundó.

El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, ponderó que el país busque una alternativa a la Guardia Nacional, pero en tanto se debe empezar con la Marina y la Defensa, pero también dejar poco a poco este tema en manos de los civiles.

Los gobernadores de Querétaro, Francisco Domínguez, y de Zacatecas, Alejandro Tello, insistieron en que el mando de la guardia no puede quedar a cargo de la Defensa Nacional, como define el dictamen. Sí a la Guardia Nacional, pero con claridad de mando. La opción no es el mando militar, sino el civil, insistió Tello.

Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz, refirió que la administración de Miguel Ángel Yunes dejó solo 4 mil 700 policías, mientras en la entidad operan seis cárteles, todos con un poderío que supera a la policía, y no tenemos capacidad económica para fortalecerla. ¡Por supuesto que apoyamos la iniciativa!