Empleados pertenecientes a la nómina 8 de la alcaldía de Iztapalapa pasaron la noche y madrugada de ayer en la explanada del edificio sede en espera de que la titular, Clara Brugada, o algún funcionario los atendiera y explicara porqué fueron despedidos y no se renovó su contrato luego de varios años de trabajar en ese lugar.

En la primera alcaldía, como se anuncia el actual gobierno, los funcionarios no dieron la cara porque fue a través de la secretaria, el compañero o el checador que nos dijeron ya no estábamos en la nómina, detallaron los afectados.

Asimismo, a los empleados de los centros comunitarios les entregaron una circular emitida por la Secretaría de Administración Finanzas del Gobierno de Ciudad de México para notificarles la baja en sus puestos, sin oportunidad de ejercer sus derechos laborales.

En la circular número 017/ 2018 fechada el 27 de diciembre, se detalla que en el programa de estabilidad laboral para el ejercicio presupuestal 2019 no habrá nuevas plazas para la contratación del citado rubro.

No obstante, también se pone a consideración de cada alcaldía la permanencia del personal adscrito a cada dependencia o demarcación. Esta situación confrontó a los empleados porque les dieron órdenes de retirarnos las tarjetas y ya no nos dejaron checar. Quizá para decir que no nos hemos presentado.

Con megáfono en mano, los trabajadores explicaron a transeúntes y personas que caminaban por el jardín Cuitláhuac el cambio que trajo este gobierno que más se parece a la derecha que a la izquierda, al utilizar sus mismas prácticas de maltrato a la gente.

Afirmaron que fue selectivo el despido y que hay ya una lista de trabajadores cercanos a la nueva administración en espera de ocupar los lugares vacantes, o para justificar las bajas cambiaron los puestos en las nuevas estructuras.