Casi al término de la anterior administración, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) rechazó hacer la consulta pública del proyecto hotel Bahía El Rincón ubicado a tres kilómetros al norte del Parque Nacional Cabo Pulmo, en Baja California Sur, región en la que se han buscado establecer otros desarrollos inmobiliarios y han sido rechazados por científicos y ambientalistas.

El pasado 4 de diciembre, cuando la actual administración ya estaba en funciones, la dependencia notificó a los solicitantes de la consulta, mediante un oficio con fecha del 20 de noviembre, que ésta no procedía porque la petición no reunía los requisitos de forma.

En este desarrollo turístico se prevé la construcción de seis edificios de 235 habitaciones, 20 villas de un nivel y 13 edificios con 75 villas en condominio vertical, así como restaurantes, club de playa y otra infraestructura dentro del área de lo que fueron los polémicos proyectos Cabo Cortés y Cabo Dorado, señaló la organización Cabo Pulmo Vivo.

El 21 de septiembre a la Semarnat ingresó la Manifestación de Impacto Ambiental del proyecto para su autorización. El plan está previsto cerca del parque nacional Cabo Pulmo, considerado uno de los ecosistemas más preciados a escala mundial, y que con esas obras podría tener afectacio-nes directas sobre especies amenazadas o en peligro de extinción, como las tortugas laúd y golfina, explicó en un comunicado.

Detalló que la decisión de Semarnat ha estado rodeada de diversas irregularidades e inconsistencias, ya que la consulta pública fue solicitada dentro de los plazos que marca la ley –el 11 de octubre de 2018–, y la delegación federal de la dependencia en Baja California Sur notificó al solicitante 19 días después, es decir, el 30 de octubre, que ésta no reunía los requisitos de forma necesarios, ya que únicamente había anexado copias simples de la credencial para votar y de factura de luz emitida por la Comisión Federal de Electricidad, por lo cual consideraba que estos documentos sólo tenían carácter de indicio y no garantizaban que fuera miem-bro de la comunidad afectada por el proyecto.

Ante ello, el 6 de noviembre se presentaron los documentos originales de la carta de residencia del solicitante, un recibo de agua potable con fecha reciente, así como copias simples para su cotejo, pero a principios de mes se les informó que no procedía. La organización agregó que el proyecto se prevé en una zona de anidación de tortugas marinas y aumentaría la demanda de agua donde los acuíferos se encuentran ya en situación de déficit.