La Iglesia católica de México integrarará por primera vez un equipo nacional para la protección de menores, a fin de prevenir, detectar y atender casos de abuso sexual infantil por parte de los integrantes de su clero.

Los obispos aprobaron la formación de esta entidad en su 106 asamblea plenaria, que se realizó la semana pasada. Estará coordinada por la secretaría general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

El grupo multidisciplinario será compuesto por obispos, sacerdotes y laicos especializados e independientes con amplia experiencia en esta materia y desarrollará sus actividades a partir de una metodología integral que atienda todos los aspectos de esta problemática en una mirada de 360 grados y con sensibilidad a las personas afectadas en primer término y a sus familiares.

En un comunicado que se difundirá hoy, se expone que ese equipo “deberá trabajar incansablemente bajo la exigencia del papa Francisco expresada en ‘la tolerancia cero’ y en el ‘nunca más’ a la cultura del abuso, así como al sistema de encubrimiento que le permite perpetuarse, promoviendo instancias de diálogo y constructiva confrontación para caminar hacia un entorno de cuidado y protección”.

Algunos de los fines de este agrupamiento son brindar, a los obispos y a sus equipos, asesoría jurídica, canónica y psicológica para la atención amplia de casos de abuso sexual infantil cometido por clérigos y diseñar estrategias para la creación de ambientes seguros para menores de acuerdo con los estándares nacionales e internacionales.

En la competencia del equipo está ofrecer talleres y seminarios de capacitación para presbiterios, para los equipos de formadores en seminarios y para los agentes de pastoral que tengan contacto con menores de edad.

Además, deberá establecer vínculos institucionales con dependencias públicas y organizaciones privadas especializadas en la protección de la infancia, para promover las mejores prácticas y fortalecer la cultura de la prevención y de la denuncia en todos los ámbitos.