Especialistas y profesores calificaron de buena señal la decisión de eliminar las sanciones contra el magisterio previstas en la Ley General del Servicio Profesional Docente, cuyo dictamen fue aprobado esta semana en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, pero advirtieron que quitar lo punitivo a la reforma es un primer paso, pero no es el centro ni el fondo de las modificaciones a los artículos 3 y 73 constitucionales.

Roberto González Villareal profesor investigador de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) campus Ajusco señaló que lo preocupante es que no se avance en una verdadera reforma constitucional que elimine todo vestigio de los conceptos y acciones con las que se busca transformar el sistema educativo mexicano desde una base totalmente neoliberal. Lo peligroso es que se quiera quitar lo incómodo a la reforma para que ésta siga operando sin aplicar ningún cambio de fondo.

Marcelino Guerra investigador también de la UPN coincidió en la postura de su colega.

Al respecto, integrantes de la dirigencia de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) afirmaron: “No queremos una reforma parchada. El dictamen es positivo porque da un asidero legal a los compañeros que se resisten a ir a la evaluación del desempeño, y hay mucho temor por las sanciones que se nos han aplicado”.

Sin embargo, puntualizaron, estamos a la espera de que se presente una iniciativa desde el futuro gobierno federal, donde se avance a fondo en la abrogación de la reforma. Ese es el compromiso, pero más allá de si se cumple o no, los disidentes no quitaremos el dedo del renglón, queremos una transformación auténtica de nuestro sistema educativo que consideré a las escuelas y las múltiples realidades sociales, económicas y culturales que enfrentamos en cada una de las comunidades.

Guerra consideró que el dictamen aprobado para no sancionar a profesores que no quieran ir al examen de evaluación debería seguirse como una ruta de cancelación de la reforma educativa, la cual debe incluir el concepto de calidad que está planteada en la Constitución, porque no se trata de un cambio administrativo y laboral, por el contrario es claramente educativa, y lo podemos ver en las escuelas, donde hoy se está implementando el nuevo modelo.

Lo que se está reconfigurando, aseguró González Villareal, es el Sistema Educativo Nacional pero con una base totalmente neoliberal y empresarial, y eso es lo que se debe transformar, porque una de las principales preocupaciones es que resulta evidente que Morena no tiene un proyecto alternativo ni tampoco el magisterio, y ese es otro de los desafíos.