Buenos Aires. Después de un duro debate en el Senado, la madrugada de este jueves, con el apoyo y complicidad del bloque del Peronismo Federal (PF-de derecha) y mediante abierta presión a los mandatarios provinciales, el gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, logró que se aprobara el presupuesto 2019, elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aplicará más ajustes, mientras cientos de manifestantes protestaban en las cercanías del Congreso.

Casi de inmediato y mientras el gobierno recibía las felicitaciones del FMI, el oficialismo dispuso que su bancada llame a sesión especial la semana próxima con el fin de desaforar a la senadora Cristina Fernández de Kirchner, ante la insistencia de algunos medios, como Clarín, para que sea detenida de manera preventiva, lo que es ilegal, en momentos en que por falta de pruebas se están cayendo las varias causas abiertas por jueces afines al gobierno de Cambiemos.

Con 45 votos en favor, 24 en contra y una abstención, y a pesar de tener minoría, el oficialismo fue favorecido por el PF, en especial por el presidente de este bloque, Miguel Ángel Picheto, quien fue calificado de traidor por sectores peronistas.

Así se convirtió en ley el presupuesto preparado con el FMI, que contempla un brutal ajuste para alcanzar el déficit cero y todas las metas exigidas por el organismo financiero, tras un debate que duró 14 horas y en el que se escucharon discursos impactantes como los de Fernández de Kirchner y Fernando Pino Solanas, quien había anunciado que su partido, Proyecto Sur, se aliaba con Unidad Ciudadana, que lidera la ex mandataria.

El ajuste resulta superior a 400 mil millones de pesos en 2019, contemplando un gasto total de 4 billones, una caída de la economía de 0.5 por ciento, una inflación interanual de 23 por ciento (aunque ahora con los datos de los últimos meses suma más de 45 por ciento y nadie duda que continuará aumentando) y un dólar previsto en poco más de 40 pesos (este jueves cerró a 37.1) mientras los servicios de deuda aumentarán 48.85 por ciento.

El argumento oficialista es que hay un contexto de emergencia económica y social, con devaluación, inflación e incremento de la pobreza, lo que hace imprescindible aprobar este presupuesto.

Si algo faltaba en este momento para golpear aún más a la oposición, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo en una entrevista: nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que cayera el gobierno.

Hablando ante la Comisión de Valores, Dujovne había admitido que el recorte y el fracaso del gobierno era comparable, por ejemplo, con la gestión del ex presidente Fernando De la Rúa, quien renunció ante una rebelión popular el 20 de diciembre de 2001 sin terminar su mandato. Sin embargo, ratificó la política fiscal y dijo, triunfalista, que Cambiemos va a ganar las elecciones de 2019.

En este contexto, Dante Sica, ministro de Producción, confirmó que no se remplazará al secretario de Trabajo, Jorge Triaca, quien renunció ayer, y añadió que esa cartera será absorbida por su ministerio. Esta decisión alarmó aún más a los sectores sindicales.

Este jueves, por una denuncia de la Delegación de Asociaciones Israelitas-Argentinas, se informó sobre la detención de dos hermanos presuntos seguidores del grupo libanés Hezbollah. Según el reporte se confiscaron además armas de guerra, carabinas, escopetas, revólveres y municiones.

No escapa a los especialistas en este tema que ya están en el país los efectivos de la seguridad y la inteligencia israelí que serán encargados de estas áreas durante la reunión del G-20. Trabajan inteligencias de Estados Unidos y otros países y hay alarma por el temor de que se cometan atentados de falsa bandera, como ha sucedido en otros países, para impedir marchas, protestas e incluso hacer detenciones.