Duro golpe a la gobernante de GB
La primera ministra podría enfrentar una moción de censura dentro del Partido Conservador
Viernes 16 de noviembre de 2018, p. 28
Londres. La primera ministra británica, Theresa May, se encontraba este jueves cercada tras una cascada de renuncias en su gabinete, y exigencias incluso de sus correligionarios del Partido Conservador, de que dimita, un día después de lograr que su consejo de ministros aprobara el acuerdo en lo que se consideró un triunfo en el proceso de separación de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE).
Renunciaron Dominic Raab, ministro para el Brexit; Esther McVey, del Trabajo; Shailesh Vara, secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, y Suella Braverman, secretaria de Estado.
No puedo, con la conciencia tranquila, apoyar los términos propuestos para nuestro acuerdo con la UE
, aseguró Raab, quien agregó que el acuerdo pone en peligro la unidad de Gran Bretaña por las disposiciones que incluye sobre Irlanda del Norte.
Raab aseguró además que no puede aceptar un acuerdo que vincula ilimitadamente al país con la UE. Se refiere con ello al denominado backstop, que garantiza que no habrá controles fronterizos entre la región británica de Irlanda del Norte, que quedará fuera del bloque, y la República de Irlanda, que seguirá siendo parte de la UE.
Se trata de un duro golpe para May, quien tras horas de discusiones la tarde del miércoles anunció el apoyo de su gabinete al borrador de acuerdo alcanzado con la UE y que debe ser votado por el Parlamento antes de fin de año. Además, la gobernante podría enfrentar una moción de su grupo parlamentario, dentro de su formación política, no en el Legislativo. El diputado conservador y euroescéptico Jacob Rees-Mogg envió una carta al Comité 1922 de los conservadores, que está obligado a celebrar una votación de confianza sobre el liderazgo de May si recibe la petición al menos de 48 diputados.
Según la prensa, desde hace meses ya se cuenta con esos 48 apoyos. De celebrarse la votación, no está claro si los adversarios internos de May podrían desbancarla. Para ello necesitarían una mayoría de los 315 tories. Jacob Rees-Mogg propuso como sustituto de May al ex ministro del Exterior Boris Johnson, y al ex ministro del Brexit David Davis, quienes dimitieron en julio por diferencias con la mandataria.
May llamó a los diputados a apoyar el acuerdo, pero no la tendrá fácil para conseguir la mayoría. La oposición laborista ya anunció que votará en contra y también hay críticas dentro de su propio partido y de la bancada del norirlandés DUP, del cual depende para gobernar.
La gobernante defendió ante el Parlamento el acuerdo alcanzado para que Reino Unido salga de la UE de forma ordenado el 29 de marzo de 2019.
“Podemos decidir salirnos sin acuerdo. Podemos arriesgarnos a que no haya Brexit. O podemos mantenernos unidos y apoyar este acuerdo”, sostuvo ante la Cámara baja. May aseguró que no hay una alternativa al controvertido plan de impedir que se instalen controles entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte. No hay acuerdo que no incluya esa política
, dijo, alegando que sería totalmente irresponsable
abandonar el denominado backstop.
Creo con todas las fibras de mi ser que la senda que inicié es la correcta para nuestro país y para el pueblo
, dijo May más tarde, desde su residencia en Downing Street. Aseguró que el borrador de acuerdo honra el voto en el referendo de 2016, en el cual se decidió salir de la UE. El pacto protegerá los empleos, el comercio, la cooperación en seguridad, el proceso de paz de Irlanda del Norte y una frontera irlandesa abierta, añadió.
En 2016 la población aprobó en un plebiscito la salida del bloque europeo con 52 por ciento. Sin embargo, miles de ciudadanos aseguraron que la población votó sin haber sido debidamente informada sobre la implicaciones, por lo que se debe repetir la consulta. May, el miércoles, descartó repetir el referendo, pero la actual situación dio esperanza a los opositores a la salida de Gran Bretaña de la UE.