El peso se apreció ayer 1.09 por ciento, luego que el Banco de México decidió elevar la tasa de interés referencial a su nivel más alto desde agosto de 2008, como lo esperaba el mercado, al citar presiones inflacionarias.

En operaciones de mayoreo el peso recuperó 22 centavos y cerró en 20.21 unidades por dólar. En ventanillas bancarias avanzó 10 centavos y quedó en 20.60.

Por su parte, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) perdió 2.11 por ciento y cerró en 41 mil 450.65 puntos, su nivel mínimo desde enero de 2016.

El peso ligó dos sesiones de ganancias y la recuperación de ayer estuvo relacionada principalmente con la decisión de política monetaria del banco central de incrementar en 25 puntos base su tasa de interés, que ahora se ubica en 8 por ciento.

Debido a que el entorno, tanto interno como externo, continuará reflejando una marcada incertidumbre, no se descarta la posibilidad de que el tipo de cambio siga subiendo hacia 21 pesos por dólar, generando presiones inflacionarias adicionales, explicó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero, del Banco Base.

En este contexto, la especialista considera probable que el Banco de México vuelva a subir su tasa de interés en 25 puntos base en la reunión de diciembre, debido a que las amenazas inflacionarias más recientes están asociadas a factores internos, principalmente las dudas sobre la puesta en marcha de políticas de la siguiente administración.

En la semana la paridad peso-dólar llegó hasta las 20.5055 unidades, el nivel más bajo para la moneda mexicana desde junio, en una sesión afectada por la fuerte baja de los precios del petróleo, mientras en el mercado interno influyó un deterioro del escenario de riesgos para México.