La fracción de Morena presentó ayer ante el pleno del Senado la iniciativa que crea la ley de confianza ciudadana, una de las propuestas del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, que elimina las verificaciones a establecimientos mercantiles y las inspecciones a pequeñas, medianas y grandes empresas, que deberán cumplir de forma voluntaria y permanente sus obligaciones regulatorias y fiscales.

En tribuna, el coordinador de la bancada, Ricardo Monreal, precisó que se busca recuperar la confianza ciudadana en las instituciones. Las personas físicas y morales ya no tendrán que enfrentar supervisiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Servicio de Administración Tributaria (SAT), de Infonavit ni de otros organismos y dependencias gubernamentales, lo que permitirá sacarlos del círculo de corrupción en que se ven obligados a caer.

Es una especie de ley antimordida, declaró Monreal, ya que quienes invierten, generan empleos y ganancias lícitas tendrán el incentivo de no tener que enfrentarse a infinidad de inspecciones. Los ciudadanos podrán expresar, en un documento de buena fe, bajo protesta de decir la verdad, las ganancias que han obtenido. Asimismo, que han cumplido sus obligaciones con el IMSS u otra institución pública. Empresarios, inversionistas y ciudadanos sólo tendrán la obligación de inscribirse en un padrón único de confianza, que estará bajo la responsabilidad de la Secretaría de Economía. Cada determinado tiempo, esa dependencia, las cámaras empresariales y académicos llevarán a cabo sorteos para seleccionar a uno por ciento del total de miembros y verificar que cumplan con sus obligaciones.

Es una norma que incluye sanciones para quienes mientan en sus declaraciones de buena fe. Los sancionados perderán su inscripción en el padrón y no podrán ser sujetos de los beneficios y facilidades administrativas.