La obra El señor Mozart y un tren de brevedades fue presentada en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México
Martes 16 de octubre de 2018, p. 6
Experiencias de viajes, fábulas políticas, historias de amigos y escritores entrañables, personajes históricos, recuerdos autobiográficos y vivencias de personas modestas son algunos de los temas reunidos en el libro de minificciones El señor Mozart y un tren de brevedades, de Marco Antonio Campos.
Publicado por el sello Ficticia, esta nueva edición de relatos breves aumentó 100 páginas, se dijo en la presentación de ese trabajo en la decimoctava Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México.
Desfilan Dante, Van Gogh, Kafka y Rulfo, entre otros
Es una obra, explicó la también escritora Laura Elisa Vizcaíno, que desde el título invita al lector a hacer un recorrido por un museo, es una especie de ‘‘instalación museográfica” en la que los relatos son como estampas que lo mismo describen una pintura, un paisaje o una situación, como el movimiento del 68, así como minicuentos en los que aparecen personajes históricos, escritores memorables o figuras populares, desde Dante, Julieta, Vincent van Gogh y Gulliver, Franz Kafka hasta Otelo Juan Rulfo, Rubén Bonifaz Nuño, Pedro Infante o Jorge Negrete, entre otros.
Este libro pensado como un viaje nos aproxima a un conjunto de souvenirs de varias partes del mundo, de América Latina y de México, consideró Vizcaíno. ‘‘De esa manera nos acerca a la historia de distintas latitudes y épocas, así como al encuentro de otros escritores”.
Otro aspecto incluido en ciertos relatos es que ‘‘como un sueño que lleva a otro sueño, Marco Antonio Campos como narrador lleva al lector a otro narrador”.
Las historias de este libro implican guiños biográficos, en el que se entreteje el autor como personaje y momentos históricos concretos, explicó Laura Elisa Vizcaíno.
Campos “en ciertas ocasiones delega el acto de narrar a otro narrador’’. Como escritor ‘‘no busca calcar la historia misma, pero sí recordarnos que todas las grandes historias se repiten, como diría Hegel, en una especie de bucle”.
En la introducción, refirió Vizcaíno, el autor reconoce la influencia del poeta francés Charles Baudelaire y el escritor mexicano Julio Torri, quienes se inclinaban mucho por crear estampas o minicuentos, como hace Marco Antonio Campos.
Abrevar en Rimbaud y Juan José Arreola
En su momento, el investigador y ensayista Jaime Perrucho entabló un diálogo con el autor en el que éste reconoció que de los más de 30 libros que ha traducido han sido los pequeños poemas en prosa de Baudelaire, los que más lo han influido. ‘‘Baudelaire es uno de mis dioses. Junto con Walt Whitman, Charles Baudelaire es el poeta que más influyó para abrir al siglo XX a la modernidad”.
También, de cierta forma, añadió Campos, uno ha tomado del poeta francés Arthur Rimbaud, de sus libro Iluminaciones o Una temporada en el infierno.
Marco Antonio Campos también se refirió a sus primeras incursiones en la minificción en los años 70 del siglo pasado, con anterioridad a la explosiva moda que se desató en los años 90.
‘‘Antes no se hablaba de minificciones, sino de minicuentos o cuentos breves. Me formé –concluyó– más con los autores mexicanos. De Juan José Arreola, aprendí mucho.”