Domingo 19 de agosto de 2018, p. 3
La esperanza de un niño y su lucha contra Noctilia, la reina de la noche, son la base de la ópera infantil El Niño y la noche, que se estrenó en México como parte del ciclo La ópera es puro cuento… y el ballet también, que se realiza en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Esta obra de Franck Villard, con libreto de Oliver Balazuk, se inicia cuando Víctor promete a su hermana que encontrará la luz del día, que permitirá que su madre sane. Así, emprende un viaje a través de la noche y se encuentra con Noctilia, quien obsesionada con la belleza y la juventud necesita un montón de menjurjes para mantenerla, incluidas lágrimas de niños. Y eso quiere, que Víctor llore y encerrarlo con otros pequeños en su castillo.
En el reino de Noctilia la risa está prohibida porque es peor que la peste y el acné: saca arrugas y patas de gallo. Por eso, dice la monarca: detesto la risa
y le advierte a Víctor que ha entrado al corazón de la noche, donde la tristeza es la compañera eterna y el llanto hermosas perlas de desesperanza
.
Para obtener las lágrimas de Víctor recurre a su compinche, un científico medio loco y enamorado de ella que se llama Emmanuel. Pero Víctor no llora ni siquiera cuando Noctilia le saca los ojos a uno de sus niños-esclavos, tampoco cuando tiene que enfrentarse a un cazador que ha matado a casi todos los seres mágicos del mundo y que sólo responde a su amo: el dinero.
El pequeño debe ver la función de un payaso dedicado a deprimir al público, lo hace llorar o morir. En él confía Noctilia para conseguir el llanto de Victor, quien mantiene la esperanza de que la luz del día llegará de nuevo a su casa y consigue lo que nadie: llevar alegría a los personajes sombríos y ver, a lo lejos, el destello de un nuevo día.
La compañía Musive presenta El niño y la noche. Dirección general y escénica de Yanick Betancourt; musical del pianista Óscar Espinosa, y coral de Alejandro León. Hoy últimas funciones, a las 12 y 14 horas, en el Teatro de las Artes del Cenart.
Por otra parte, el ciclo La ópera es puro cuento… concluye el próximo fin de semana con la presentación de El día que María Perdió la voz, de Marcela Rodríguez, con la participación del Coro de Niños Cantores del Centro Histórico. Funciones 24 y 25 de agosto a las 12 y 14 horas.
El Cenart se encuentra en Churubusco y Tlalpan. Costo: 80 pesos, con descuento de 50 por ciento a menores de 12 años. La programación es para todo público.